Llorente está preparado para jugar ante el Getafe

Las casi doscientas personas que acudieron ayer a Lezama para seguir el entrenamiento del Athletic sólo buscaban a Fernando Llorente. Pusieron en alerta todos sus sentidos en busca del delantero, pero sus ojos se perdieron en el horizonte. Llorente fue el único jugador de la primera plantilla que no saltó al campo. El internacional continúa cuidándose de la sobrecarga que sufre en el músculo obturador y los médicos prefieren que siga trabajando bajo techo.

No obstante, su concurso para Getafe queda a expensas de Caparrós. El delantero se puede dar por recuperado y rabia por volver al equipo. Quiere hacerlo el domingo en Getafe y tanto los técnicos como los médicos son conscientes de que será difícil poner freno a esa voluntad. ¿Riesgos? Ninguno. La lesión está olvidada. Si juega lo hará en plenitud de condiciones y si descansa, al que parece poco probable, será porque Caparrós prefiere tenerle fresco para la Copa. Eso sí, en el caso de que no le de minutos en el Coliseo tampoco los tendrá en Liga frente al Sevilla y para este Athletic es demasiado lujo prescindir de su futbolista en mejor forma durante tres partidos consecutivos.

Desde que se lesionó en el partido con la Selección frente a Inglaterra, Llorente no ha faltado ningún día a Lezama. Allí sigue un plan de preparación individualizada con sesiones de gimnasio, trabajo en el pabellón cubierto y muchas horas de fisioterapia. El delantero está recibiendo un tratamiento para evitar cualquier complicación por fatiga muscular. Estos días de descanso parcial le han servido para cargar las baterías.

Su recuperación es un hecho y se comprobará el primer día que salte al campo de entrenamiento. Está a tope y dispuesto a volver a marcar.