Elche y Murcia medirán si la reacción es real

Reconciliado con la pelota, consigo mismo y con el entorno, el Zaragoza ha sumado siete puntos en los tres primeros capítulos de la segunda vuelta y ha merecido los nueve. En Anoeta compuso su mejor actuación de la temporada y sin embargo no alcanzó la victoria, doble paradoja de un Zaragoza que ha sido una desilusión repetida a domicilio. Basándose en esa reconciliación general, las inmediatas visitas a Elche y Murcia suponen un doble examen de capital importancia para confirmar el punto de inflexión de Anoeta. Y, de paso, gritar a toda España que el Zaragoza también es un candidato al ascenso lejos de La Romareda.

Por ahora no lo ha demostrado ni sobre el césped ni en los resultados. Las cifras son perentorias en la clasificación de los partidos disputados fuera de casa: con sólo diez puntos conseguidos (dos victorias, cuatro empates y cinco derrotas) el Zaragoza es decimocuarto de Segunda División y el peor de los nueve candidatos al ascenso. Por ello, el doble viaje a Elche y Murcia se presenta como una amenaza y una oportunidad. El temor a más fracasos se funde con la fe en enderezar definitivamente el rumbo.

La Romareda (30 puntos, una derrota) es junto a Chapín (31, dos derrotas) el estadio más seguro de Segunda, pero eso no basta si no se galopa a domicilio. El riesgo de que Xerez y Tenerife se escapen en las próximas semanas es alto, mientras que los perseguidores no aflojan. Aquello de que se asciende a Primera en La Romareda es una falacia.

El único que hila ahora dos salidas

De los seis primeros clasificados, el Zaragoza es el único que en las dos próximas jornadas no jugará ante su público. Tanto sus predecesores, Xerez y Tenerife, como sus perseguidores, Castellón, Rayo y Hércules, tendrán un partido en casa y otro fuera.