"Negocio con mi cuñado poder recuperar el club"

Se entra en una semana que puede ser clave para el futuro del Murcia, para ver si Jesús Samper va en serio (tal y como avanzó en AS hace unas fechas) o si por contra se trataba de un brindis al sol. El ex presidente, que pasó la jornada dominical en Madrid, desveló a este diario que intentará hacerse con el mando del Real Murcia: "Estoy hablando con mi cuñado para recuperar el club. Esto no es una república bananera y se trata de negociar por un control que, como todos saben, es de Juan Manuel Trujillo. También es público y notorio que estamos enfrentados, pero me duele mucho ver al club en esta situación y voy a seguir hablando con él porque no me gusta lo que estoy viendo, ojalá lleguemos a un acuerdo que beneficie a todas las partes".

Situación deportiva.

Pero la viabilidad del Real Murcia pasa por la permanencia. A Samper le gustó, aunque no pudo verlo, el papel desempeñado ante la Real Sociedad: "Lo más importante es eso, ganar y seguir sumando puntos, que los jugadores estén centrados en su trabajo. Ha sido una lástima el haber perdido esos dos partidos anteriores porque tal y como está la categoría todo parecía posible. Es fundamental que el Real Murcia viva los últimos meses de la competición en una situación cómoda y lejos de los puestos de descenso".

Los empleados confían aún en que 'les salve'

No estuvo físicamente en la cena que el jueves llevaron a cabo los cerca de 50 trabajadores de la entidad, pero sí que fue centro de muchas de las conversaciones. Santiago Del Río, su hombre de confianza en Murcia estos años, dejó entrever a sus empleados (ven en Santiago a su verdadero 'jefe' a día de hoy) que podría haber cambios en breve.

30 días claves para determinar su posición

Fijar plazos es difícil pero Samper aseguró que "durante el próximo mes y medio estaré en España de forma fija. Sería bueno tener la posibilidad de avanzar algo en la negociación en este tiempo". Un período que, para muchos, entre ellos jugadores e instituciones podría ser demasiado, y es que el vacío es tal que todo pasa por dar un giro radical de forma inminente.