El Eibar tira de corazón para ganar dos meses después

Doce puntos separaban a ambos conjuntos en la clasificación antes de disputarse el encuentro, pero desde el pitido inicial ha quedado patente que la necesidad en ocasiones es un factor determinante, porque el conjunto eibarrés ha apretado los dientes y a base de lucha y anticipación se ha apropiado del balón.

El visitante Rubén Castro metió el susto a la grada con sendos disparos desviados en los minutos 2 y 16, aunque las apariciones en ataque del Huesca se limitaban a contragolpes esporádicos, porque la iniciativa recaía del lado local.

A Carmelo le faltó decisión en el minuto 22 en un balón dividido al que llegó antes Eduardo y en el 25 no acertó a decidir cuando encaró en solitario al meta oscense.

El dominio azulgrana se hacía cada vez más abrumador y cuando la media hora de juego estaba a punto de llegar, una falta bien sacada por Sutil hizo justicia, porque Biel Medina ganó la acción a los centrales y llevó el balón a la red.

En los primeros compases de la reanudación el Huesca trató de reaccionar ante un Eibar dispuesto a hacer valer su renta, pero una entrada a destiempo de Camacho sobre Codina significó la segunda tarjeta amarilla y la consiguiente expulsión del lateral izquierdo visitante, circunstancia que terminó por decantar el envite del lado guipuzcoano.

Aún quedaba más de media hora y a pesar de la clara ventaja y de jugar ante un adversario en inferioridad numérica, los locales acusaron entonces los nervios propios de quien veía tan próxima la imprescindible victoria, de manera que el Huesca se hizo con el control.

Sin embargo sus únicas opciones se limitaron a un disparo por encima del larguero del ex azulgrana Nico Medina y otro posterior de Rubén Castro que atrapó Zigor, con lo que se llegó a la conclusión con un triunfo del Eibar que alivia su situación en la tabla y sirve a Carlos Pouso para conservar su puesto en el banquillo armero.