"El mejor Gerardo está por llegar y no tardará"

Entra y sale del equipo con demasiada frecuencia. ¿No le desorienta este sube y baja?

Muy bien no me lo tomo porque, como ocurre con todo el mundo, lo que a mí me gusta es jugar siempre. Pero hay mucha competencia y el entrenador tiene para elegir. En ese aspecto sí que tengo que ser comprensivo porque no soy la única opción en la banda izquierda, que es donde estoy actuando.

Difícil coger confianza si no hay ritmo de partidos...

Está claro. Siendo titular cada fin de semana puedes tener esa electricidad en las piernas que te hace dar lo mejor que tienes. Pero yo me lo tomo todo con tranquilidad. Doy el máximo cada día y espero convencer al míster para que me mantenga entre los once titulares.

¿Qué nota se pone ya superado el ecuador de la competición? ¿Está conforme?

Esperaba más. Soy ambicioso y siempre quiero dar más. Con Juan Manuel en el banquillo, superada mi operación en verano, las cosas me iban bien. Luego me vine un poco abajo cuando llegó Vidales y se ganaron tres encuentros seguidos, pues participé poco. Pero yo le hago caso a Javi, que me dice que pudo dar y más y que lo voy a conseguir.

Entonces, ¿hay tiempo para que podamos ver al mejor Gerardo?

Por supuesto. El mejor Gerardo está por llegar todavía y no va a tardar. Si sigo manteniendo esta línea de trabajo, con tranquilidad, esfuerzo y paciencia, las cosas van a salir como quiero.

De momento su polivalencia tampoco parece ayudarle mucho...

El año pasado, en el Málaga, actué en las dos bandas y como delantero. De centro del campo para arriba me encuentro cómodos en casi todas las posiciones. Vidales me está poniendo por la izquierda y creo que ahí también puedo rendir para beneficio del equipo.

En todo caso, antes hablaba de la competencia que hay. ¿Aminora la decepción de ser suplente el ceder el hueco a un compañero que está al mismo o mejor nivel?

Sí. Aquí hay justicia con los que juegan y los que no. La competitividad es favorable y necesaria y es un lujo que tengamos esta plantilla. Pocas veces se notan las bajas. Todos estamos para sumar.

¿Le ha dado muchas vueltas al penalti que hizo ante el Levante?

Alguna que otra pero eso ya es pasado.

¿Se equivocó criticando al árbitro? Las imágenes le dejaban en evidencia...

Fue un error. Reconozco que no tuve que entrar en esas valoraciones. Creía que me tapaba la cara cuando no era así al estirar los brazos. Aprenderé de esto seguro.

¿Le ayudan sus orígenes humildes para ser reflexivo y afrontar el día a día con este espíritu constructivo?

Puede que sí. Pero lo más importante es el apoyo que he tenido siempre del vestuario. Nunca noté en los equipos que tuve antes este cariño. Desde el primer instante en el que estuve aquí hasta ahora. Es una suerte trabajar aquí. Impresionante.

Hable de lo que espera para mañana. Zaragoza, La Romareda, miles de aficionados...

Una gran oportunidad para nosotros de ganar. No nos asusta el rival. Lo respetamos pero nada más. Si hacemos las cosas bien tendremos opciones. Lo venimos mereciendo desde hace tiempo porque el trabajo está siendo bueno pero la suerte nos ha dado la espalda. Lo que espero es que cambie de una vez esta dinámica.

Tal y como está todo, ¿conviene hasta un empate?

Vamos a Zaragoza a por todas. Siempre lo hacemos, juguemos en casa o fuera. Somos ambiciosos.