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Liga BBVA | Racing

Piden rebajar al 50% el proyecto de La Albericia

El Ayuntamiento obliga, por fin, a derribar el muro

<b>MANOS A LA OBRA. </b> Reunión entre Javier López Marcano, Iñigo de la Serna y Francisco Pernía.

Las tres partes implicadas en la futura construcción de las Instalaciones de La Albericia, Ayuntamiento, Gobierno de Cantabria y Racing se reunieron ayer, por espacio de una hora, en la Consejería de Cultura. La principal conclusión a la que llegaron es que bajo ningún concepto pueden llegar al dinero necesario para afrontar el proyecto diseñado por Santiago Fernández Elizondo.

Es más, la obra que finalmente se lleve a cabo será forzosamente de un calado notablemente inferior, ya que de los más de cuatro millones de euros se ha de rebajar hasta los 2.100.000 (cada parte abonará 700.000 en dos anualidades). El Racing no tiene capacidad económica para grandes aventuras, el Ayuntamiento es el más intransigente en cuanto al volumen a invertir en la obra, mientras que el Gobierno de Cantabria se compromete a abonar lo mismo que pongan las otras dos partes.

En suma, que Fernández Elizondo deberá rehacer casi por completo el anteproyecto presentado hace ya varios meses y que consistía en un único gran edificio que albergaba vestuarios, almacenes, cafetería, garaje y un graderío en el campo nº 1.

Orden de derribo.

Al término de la reunión, el Ayuntamiento aprovechó para entregar al club un escrito en el que le comunica la obligatoriedad de derribar de inmediato el muro perimetral. Lo que queda de él, para ser exactos.

En el citado comunicado, el consistorio se preocupa de exonerarse de cualquier responsabilidad sobre lo que pueda suceder en el caso de un nuevo derrumbe.

Carlos Velado, consejero del Racing, ingeniero y responsable de la empresa Silver Eagle en Cantabria, estuvo ayer por la mañana en La Albericia revisando el estado de las instalaciones y preparándolo todo para proceder a cumplir la orden de derribo.

El plan inicial es llevarlo a cabo la semana que viene y sustituir los bloques que se derriben por tela metálica verde, tal y como ya se ha hecho en la parte afectada por el último derrumbe.