Liga Adelante | Tenerife
La afición blanquiazul bate todos los récords
Asiste más público en que en cinco campos de Primera
El furor por el Tenerife está desatado y la isla entera vibra con su equipo. Así lo corroboran los registros de afluencia al Rodríguez López, superiores este año a los que de cualquier otra temporada desde el último descenso a Segunda. El recinto de la calle San Sebastián acogió el domingo nada menos que a 18.305 espectadores, lo cual quiere decir que la entrada de público fue superior a la de cualquier otro campo de Segunda División y a la mitad de aquellos que albergaron partidos de Primera el último fin de semana.
En el Heliodoro hubo más aficionados el domingo que los que se congregaron en el Reyno de Navarra para el Osasuna-Valencia (18.200), en el Colombino para el Recreativo-Atlético (18.000), en El Madrigal para el Villarreal-Numancia (15.000), en el Ono Estadi para el Mallorca-Deportivo (15.000) y en el Coliseum Alfonso Pérez para el Getafe-Espanyol (9.000).
Además, una semana más encabezó el estadio del Tenerife los registros del resto de campos de la categoría de plata, y hasta duplicó la afluencia de estadios como el de Balaídos o el Teresa Rivero.
La locura por el Tenerife vuelve a quedar de manifiesto esta semana que culminará el domingo con la visita del Elche. Las entradas más económicas, las de la grada Popular, se agotaron el martes en sólo unas horas. También estaban cerca de venderse ayer por la tarde todas las de Herradura, y lo podría ocurrir en las próximas fechas con las del resto de gradas. Se está haciendo todo lo posible por vestir el Heliodoro con la mejor de sus galas. Las entradas, hasta ayer disponibles sólo en la tienda del club, también se despacharán desde hoy por la mañana en las taquillas del estadio. Además, siguen a disposición de los accionistas los abonos invernales que, desde 105 euros, permiten el acceso a todos los encuentros de la segunda vuelta y entre ellos al derbi. Especialmente el partido ante Las Palmas hará del recinto blanquiazul una enorme fiesta, más todavía si el Tenerife llega a abril en una situación semejante al presente.