Amistoso | España 2 - Inglaterra 0
España sale a hombros
Nueva exhibición de España, que por juego mereció un resultado mucho más abultado. Impresionante Xavi, el mejor del encuentro de largo. Villa y Llorente hicieron los goles. Inglaterra dejó una imagen lejos de lo que se espera de ella.
Dos años han pasado desde aquella mágica noche de febrero de 2007 en 'Old Trafford'. En tan noble escenario comenzó el sueño. Esa noche cambió el rumbo de una Selección española que caminaba rumbo a la nada, perdida entre críticas y sin identidad. Y en eso estamos aún. Soñando. Por medio quedaron la Eurocopa y una imagen que es la envidia del mundo futbolístico. Lo de hoy no ha hecho más que endulzar la onírica visión que provoca este equipo. Un repaso brutal a una selección de las denominadas grandes, con un jugador total, Xavi Hernández, que pone el listón cada día más alto, y un equipo que es y se sabe el mejor en este momento. Y puede que lo mejor esté aún por venir. Con este equipo todo es posible.
Los primeros minutos anunciaban un dominio español que tardó más de los esperado en producirse. España salió decidida a marcar su terreno. Es la campeona, atrás quedaron los tiempos en que se jugaba con demasiadas precauciones ante selecciones de este nivel. Ahora la que manda es la 'Roja' sea quien sea el rival. El mejor centro del campo del mundo (palabras de Capello) comenzó a dibujar sobre el césped del Pizjuán triangulaciones imposibles, y la delantera campeona de Europa, inquieta, hambrienta de gol, no paraba de correr de un lado a otro. Capello se desgañitaba en la banda pidiendo a su defensa que se adelantara, y James se congratulaba de haber pasado tanto tiempo sin haber tenido que entrar en acción. Tiempo tendría que hacer de las suyas.
Pero como decíamos, el partido no fue tan fácil como parecía en esos primeros instantes. Inglaterra, con muchas bajas, reaccionó. Y ya es bastante. Porque no es lo mismo tener que jugar el balón con Gerrard sobre el campo que con Wright-Phillips, ni con Heskey en vez de Rooney. El delantero tanque no es lo que era, que tampoco es que fuera demasiado, y tuvieron que ser Carrick, Barry y Downing los que se echaron el equipo a la espalda. El del Villa pasa por ser una de las mejores zurdas del continente, una revelación en la Premier en los últimos años.
Durante unos minutos intentó Inglaterra cambiar su deshilachada vestimenta por el traje de gala español, quiso tener el balón, que fuera España quien se desgastara corriendo tras el balón. A los de Del Bosque les entró una especia de ansiedad, como a un niño cuando le quitan su juguete, y el cambió de rol le costó unos minutos de inestabilidad. Agbonlahor, que ofreció muy poco de lo que hace cada fin de semana en Birmingham, tuvo la mejor ocasión inglesa en un tiro desde dentro del área que se marchó desviado por poco. Incluso una ayuda arbitral, en un inexistente fuera de juego de Heskey que debió ser falta de Albiol nos libró de un buen lío, pero ahí se acabó el berrinche inglés.
Justo el momento en que Xavi, el general de este equipo, tomó el mando del centro del campo. Magistral, una vez más, el blaugrana. Ordenó el equipo, puso y dispuso a su antojo, y la selección comenzó el baile alrededor suyo. Iniesta, Senna y Xabi Alonso se apuntaron a la fiesta, y Villa comenzó a entonarse, a acechar el marco de James. 'Calamity' había dado ya su primer aviso en un balón fácil que se le escapó de las manos, y la verdad es que en la primera parte ni las vio venir. El 'Guaje' le dio el primer aviso en un gol correctamente anulado por fuera de juego. Poco después, el portero del Portsmouth hacía la estatua mientras veía como el balón se colaba una y otra vez entre las piernas de Jagielka, que no atinaba a robar el balón, finalmente rematado al fondo de la portería inglesa por el asturiano. El valencianista anotaba su sexto gol en otros tantos encuentros con la Selección y entraba en la historia, si no lo había hecho ya.
Comenzaron a oírse los 'olés' en un estadio torero como pocos. España se divertía y el público disfrutaba. El acoso al marco de los 'pross' se intensificó. La defensa comandada por Terry, una roca hasta ese instante, comenzó a dar síntomas de una apremiante debilidad, cada vez más encerrada en su campo y esperando el descanso como agua de mayo. España pudo ampliar el marcador antes de que se cumpliera el tiempo, sobre todo con un tiro lejano de Xabi que se marchó fuera por muy poco.
Sigue la exhibición y Llorente se lesiona
Capello revolucionó el equipo tras el descanso. La entrada de Beckham, que por fin alcanzaba a Bobby Moore, y Lampard (Ashley Young seguía calentando en la banda) debía dar a priori otro aire a Inglaterra. Incluso Crouch, en mejor momento que Heskey, suponía una amenaza mayor para Piqué y Albiol, con poco trabajo en la primera mitad. Del Bosque por su parte sacó a Reina y Arbeloa, y dosificó más los cambios. A los diez minutos se produjo el regreso de Silva en sustitución de un ovacionado Villa.
Pero Inglaterra no experimentó un cambio sustancial. Cierto es que tuvo más el balón, pero sólo donde España se lo permitía. La única alternativa al pelotazo propuesto por Capello eran los centros de Beckham desde la derecha, pero su rifle de precisión tampoco estaba por el momento ante su mejor noche. Finalizada la tregua, el equipo español disfrutó, al menos por juego, de sus mejores minutos. Hablando en plata, el meneo que se llevaron los ingleses llegó a ser sonrojante.
Las posesiones se convirtieron en interminables, aprovechando toda la amplitud del campo, con un gran Sergio Ramos, inspirado en casa, y siempre bajo la batuta de un genial Xavi. Faltaban las ocasiones. Llorente que había sustituido a Torres, se peleaba en solitario con Terry y Upson, pero no le llegaban balones, en ocasiones por el exceso de celo de sus compañeros en marear al contrario. Volvían los 'olés' e incluso todo el Sánchez Pizjuán botaba ante la exhibición local.
España lo bordaba, pero faltaba el gol, lo que se hizo más evidente con dos llegadas consecutivas de los ingleses bien interceptadas por Reina. La amenaza seguía estando ahí. Más sabe el diablo por viejo que por diablo, y otra cosa no, pero los ingleses curtidos están un rato. Había que asegurar el marcador. Y no hizo falta ni forzar la máquina. El gol de la sentencia llegó a ocho del final, en una falta botada, como no, por Xavi. Fernando Llorente, cuya fama no debe de haber llegado aún a las islas, remató completamente sólo el envío. La fiesta en el Pizjuán ponía los pelos de punta. Y el climax de la noche llegó con la sustitución de Xavi, que vio como todo el estadio, en pie, reconocía su enorme talento.
Tras el gol Inglaterra pudo acortar distancias por medio de Carlton Cole. El delantero del West Ham, en racha en la Premier, eludió bien la salida de Reina, pero su disparo fue desviado por Marchena en el último instante. De ahí al final sólo hubo malas noticias. Primero la lesión de Llorente, que se retiró con problemas musculares, y después la actitud de los ingleses, que afearon el encuentro encarándose con algún jugador español y con el árbitro. Tampoco hay que tenérselo en cuenta. No es fácil recibir un repaso como el de hoy con el escudo de los tres leones en el pecho.