Liga BBVA | Mallorca 1 - Deportivo 1
Verdú rompe el sueño de Aduriz
Discutido penalti a Lassad en el empate El Depor, de más a menos y sale de UEFA Los de Manzano acabaron con diez El Mallorca sigue en descenso
Mallorca y Deportivo sumaron ayer un puntito, pero ninguno duerme contento. Los baleares tenían la victoria casi en el bolsillo hasta que apareció Lassad, un jovenzuelo del filial que provocó un penalti que ha desatado las iras en Mallorca. La jugada, cuando menos, fue discutida, y eso coinciden todos: penalti inexistente en Mallorca y pena máxima en A Coruña. Así es el fútbol. Empatar cuando vas perdiendo suele saber bien, aunque al Deportivo le supone salir de UEFA. Empatar cuando ganas, sabe mal, sobre todo si esos dos puntos te sacan de descenso, donde estuvieron los de Manzano durante 22 minutos.
La previa del partido señalaba a Valerón como el gran protagonista. El Flaco se enfrentaba al equipo que le dio la alternativa en Primera hace doce años justo el día que cumplía 300 partidos de Liga. El arranque del canario, como el del Deportivo, fue bueno. Los nervios eran bermellones y el toque de los de Lotina, que se adueñaron del balón y se dedicaron a buscar una y otra vez a un hiperactivo Riki. El madrileño se desmarcó mil veces, pero otras tantas desperdició las ocasiones que tuvo. Unas las remató mal, otras se encontró con un inspirado Aouate que pasó con nota el reencuentro con su pasado. ¡Cómo falla Riki!, dicen unos; ¡Cuantas ocasiones crea!, opinan otros. Yo me quedó con lo segundo, aunque es cierto que si Pirelli pusiese un poco de control a su potencia, multiplicaría su efectividad y su valor como futbolista.
El control era coruñés, pero el Mallorca llegaba con peligro con sus armas. El primero en probar a Aranzubía fue Scaloni, otro bermellón con insigne pasado deportivista. Luego Jurado, que en vez de la potencia de Scaloni apostó por la sutileza, aunque tampoco sirvió para doblar al portero riojano. Arango también lo intentó desde fuera del área, lo mismo que De Guzman, pero en la primera parte, sin duda, las medallas fueron para los dos porteros.
La balanza cambia.
Lotina comentó al final del partido que en el descanso les dijo a sus jugadores que no le valía el empate, o a ganar o a perder. Pues lo entendieron por lo segundo, porque el Mallorca se hizo dueño y señor del partido en el arranque del segundo tiempo. Sin sufrir atrás, con Valerón, Verdú y Lafita desaparecidos, Jurado y compañía comenzaron a asediar a Aranzubía. El acoso se convirtió en derribo en el minuto 56. Un gran centro de Corrales, que terminaría expulsado, conectó con la cabeza de Aduriz, que esta vez no perdonó a Aranzubía. El gol desató el júbilo en Son Moix, porque la jornada acompañaba y el certero cabezazo servía para pasar de colistas a equipo fuera del descenso. El sueño pudo ser perfecto en el minuto 71, cuando Navarro disparó a puerta vacía tras un infantil error de Verdú. El central lo vio claro, pero el larguero se alió con el Deportivo.
Los de Lotina despertaron, y lo hicieron desde el banquillo. Lotina, que dejó marcharse a México a Omar Bravo para jugar contra Estados Unidos, y que contaba con Mista en el banquillo, tiró del joven Lassad. El francés no decepcionó y al poco de entrar forzó penalti ante Nunes. La polémica cubrió la grada, pero de poco vale, porque lo que cuenta hoy en la clasificación es el gol de Verdú. El catalán, ante la ausencia de Sergio, no dudó y engañó a Aouate.
A partir de ese momento, los nervios se apoderaron de nuevo del Mallorca. El sabor del descenso es agrio, sobre todo después de verse por fin en la zona de salvación. A Corrales le pudo la ansiedad y vio la segunda amarilla, a sus compañeros las dudas, que estuvo cerca de aprovechar el Deportivo contra diez. No sucedió, y la verdad, no hubiese sido justo.
La final contra el Deportivo ya es historia, y ahora a los de Manzano les espera otra más importante todavía en Los Pajaritos... y en Riazor. Y es que los coruñeses, que ayer fueron villanos, pueden convertirse en amigos la próxima jornada si derrotan en su estadio a Osasuna. En eso piensan en A Coruña, porque aunque el equipo salió ayer de UEFA, hasta la Champions está a tiro de piedra.
Ovación de Son Moix a Valerón
Juan Carlos Valerón cumplió ayer 300 partidos de Liga ante el equipo que le dio la alternativa en Primera. Son Moix le ovacionó largamente cuando fue sustituido y el Flaco lo agradeció: "Me emocionó la despedida del público. Hay que ver cómo es el fútbol, jugué mi primer partido en Mallorca y también aquí he cumplido el 300".