Torrecilla fue el único que pudo con un gran Ponzo

Raúl Agné terminó el partido enfadado, indignado y maldiciendo la inexperiencia de sus pupilos en la última jugada del partido. Un tanto de falta de Torrecilla en el minuto 94 tenía la culpa. Apuntaba el técnico del Girona que ese lanzamiento jamás debió lanzarse, que sus jugadores debieron pinchar el balón mucho antes. Pero no le hicieron caso y el disparo de Torrecilla tropezó en un futbolista del Girona y mandó al traste las aspiraciones de Agné y los suyos. Por primera vez en mucho tiempo, la fortuna se había aliado con el Alicante. No obstante, sería injusto hablar sólo de azar porque Ponzo, que ayer fue un muro, pudo escribir el último capítulo de la desgraciada historia celeste.

Hasta el desenlace final, en el Alicante todo transcurrió como viene siendo habitual. Es decir, su puesta en escena fue correcta, tuvo las ocasiones más claras, sus habituales despistes en defensa y, por supuesto, el gol de su enemigo. Serra, en el primer acercamiento del Girona, remató de cabeza dentro del área y cumplió con el guión. 0-1 y todo en contra. Tras el tanto, el conjunto catalán, que seguro que había visto mil vídeos del Alicante, hizo lo que todo ser viviente hace cuando visita el Rico Pérez: replegarse, esperar otra ocasión para matar el partido y ver cómo esos muchachos con la casaca celeste fallan ocasiones.

Es cierto que el Alicante tiene menos pegada que un niño ante Mike Tayson, pero también es verdad que ayer Ponzo estuvo perfecto. Pedro, Ricardo Cavas y Peragón pudieron adelantar al Alicante, y Tito y Capi empatar mucho antes del 94'. Pero el Girona en ningún momento perdió la compostura, encajó cuando debió y pudo hundir al Alicante en el minuto 72, cuando Raúl Martín le robó la cartera a Cavas y falló en el mano a mano con Unanua. Tras el error del extremo, el conjunto de Granero se encomendó a Jordá y abusó en exceso del juego directo. Cuando el Alicante estaba prácticamente muerto, Torrecilla rescató el punto de la suerte y la justicia. El Girona lloró de desconsuelo porque no pudo engancharse al tren de los favoritos.

Agné: "Estoy muy enfadado"

"Hemos regalado dos puntos. No puedo entender cómo un equipo profesional comete esa falta. Estoy muy enfadado con mis jugadores porque teníamos el partido ganado. No se puede dar la opción de que tiren esa falta. Nos vamos de aquí con cara de tonto. Si no ganamos aquí, veo complicado que podamos hacerlo en otro campo. Nos faltó experiencia, oficio y jerarquía para que esa falta no se tirase".

Granero: "Me quedo con la dignidad"

"Nuestros primeros 20 minutos fueron muy buenos, en la línea de los últimos partidos. Luego, tuvimos dudas atrás y éstas nos llevaron a la inseguridad. El gol de ellos llegó en nuestra asignatura pendiente, las jugadas a balón parado. Y es que es inadmisible que nos hagan ese gol. Una semana más, me quedo con la dignidad que ha demostrado mi equipo. Sobre el gol, la suerte hay que trabajarla y buscarla".