El partido de la paciencia

Puede llevar a engaño el encuentro de esta tarde. Muchos condimentos se dan para pensar que el Tenerife debe golear a un Eibar necesitado, pero el vestuario está cauto. Tiene la experiencia del duelo ante el Sevilla Atlético, que llegó como colista y tan sólo se le derrotó por 2-1. Eso demuestra que en esta categoría no hay equipos . A veces el menos pensado, puede complicar un partido. Será clave la paciencia.

Cierto es, por otra parte, que los de José Luis Oltra llegan en muy buena forma a este duelo. Las dos salidas han reforzado una moral que necesitaba ver reflejada en el resultado su juego. Castalia y el Nou Estadi fueron testigos de un Tenerife sobrio y con las ideas muy claras. Sacar cuatro puntos en los recientes dos partidos fuera de casa es algo que en otros tiempos era utópico.

Por eso, la gente se ha entusiasmado y se espera una muy buena entrada. Durante la semana se ha alimentado a la afluencia de espectadores con declaraciones de los protagonistas y la gente se ha enganchado. Tanto, que se han visto largas colas en las taquillas del estadio e, incluso, en la sede del Callejón del Combate. ¡Hasta hay nuevos abonados!

Debe saber el aficionado presente en las gradas que los partidos duran 90 minutos y habrá que aguantar si el discurrir no va por los derroteros deseados. Se supone que el Eibar vendrá a defender su portería y esperar su oportunidad cuando la tenga.

En el plano deportivo, una sola variante -obligada- se espera en el once de José Luis Oltra. El puesto de Ricardo -clave en el centro del campo- lo ocupará Óscar Pérez, que hará dupla con Richi. El resto, serán los mismos que viene jugando en los últimos partidos. Para la segunda parte puede quedar el debut de Mikel Alonso, única novedad en la lista.

En la visita, todas son malas estadísticas. Aún no han ganado en este 2009, acumulan cuatro derrotas seguidas, vienen de perder entre semana y suman hasta siete bajas -los armeros han tenido que tirar del filial para completar la convocatoria-. Entre las atracciones está la vuelta al Heliodoro de Mikel Arruabarrena. Aún así, habrá que recurrir a la madre de la ciencia.