"El cambio de entrenador puede notarse para bien"

Aritz López Garai es una voz lo suficientemente autorizada para transmitir el sentir del vestuario a lo acontecido en los últimos días: la marcha de Abel al Atlético y la llegada de Paco Herrera. "Con Abel estábamos muy bien y ahora llega Paco Herrera con nuevas ilusiones", manifestó el barakaldés, que acaba contrato el 30 de junio y de cuyo futuro prefiere no hablar. "El cambio se puede notar y para bien, los que no jugaban tienen un motivo para trabajar por si se les abre una nueva puerta y, para los más habituales, debemos apretar para mantener el puesto", agregó el fornido pivote.

El centrocampista dijo que el cambio "será positivo" dentro de lo que supone la marcha de un entrenador a mitad de una temporada, como le ha sucedido al Castellón. Será a partir del lunes cuando se empiece a notar la mano de Paco Herrera, quien ya dijo en su presentación que no está dispuesto a realizar grandes modificaciones.

Pero mañana hay fútbol y el equipo albinegro tiene un serio compromiso en el campo de otro aspirante al ascenso como es el Celta, del ex técnico 'orellut' Pepe Murcia. López Garai también se refirió al preparador cordobés. "Es un buen entrenador. Nos conoce y aparte cuenta con una buena plantilla. Empezó mal, pero ha enderezado el rumbo", manifestó el vasco. "Ahora, después de dos derrotas, estará con muchas ganas", sentenció.

Mora puede ser el único cambio en el once

Todavía es pronto para que se note la mano del nuevo entrenador, Paco Herrera. El equipo que salte mañana en Balaídos ante el Celta seguirá conservando el aroma de Abel Resino. La única novedad podría llegar en defensa, ya que el central Pepe Mora regresa tras cumplir el partido de sanción. Así las cosas, todo apunta a que el equipo será muy parecido al que el pasado fin de semana empató en Castalia ante el Huesca. Por lo tanto, Carlos Sánchez estará bajo los palos; con Rafita, Dealbert, Mora y Baigorri, en defensa; López Garai y Mario Rosas, en el doble pivote; Arana, Gari Uranga y Perico, en el centro del campo; y Ulloa en punta de ataque. Si juegan los mismos, tendrán la oportunidad de resarcirse de una victoria que se les escapó en el último suspiro.