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FA Cup | Everton 1 - Liverpool 0

El Liverpool cae en la Cup y Gerrard se fue lesionado

Sin su capitán, el equipo de Benítez se mostró impotente

Enrique Ortego
<b>SIN EL CAPITÁN TODO ES DISTINTO.</b> La lesión de Gerrard obligó a Benítez a recolocar piezas. No varió el dibujo táctico (4-2-3-1), pero sin la versatilidad del capitán el equipo perdió todo su poder ofensivo. Kuyt y Benayoun se intercambiaron constantemente sus posiciones para ocupar su zona de referencia sin conseguirlo.
REUTERS

Lo peor para el Liverpool puede que no haya sido quedar eliminado ayer en la cuarta ronda de la Cup, aunque fuera ante su enemigo local de toda la vida, el Everton. Lo peor puede estar por venir porque su gran capitán, Steve Gerrard, se retiró lesionado al cuarto de hora de partido y hasta hoy no se conocerá exactamente el alcance de su lesión muscular. Para este Liverpool visiblemente cansado físicamente y ofuscado futbolísticamente, la baja de su hombre referencia podría ser fatal a veinte días de enfrentarse al Real Madrid en la Champions. Y más ahora que cuenta por finales sus partidos de la Premier después de verse superado por un Manchester United que viaja embalado hacia la revalidación del título.

Todo fue rápido, muy rápido. Gerrard sintió un pinchazo. Las cámaras no captaron si se echó manó a algún sitio concreto de su cuerpo, pero sí como se acercaba a Kuyt, le decía algo al oído, mientras Benítez ya había dado la orden a Benayoun para sustituirle. Los momentos que tardó en retirarse hacia el banquillo le resultaron eternos al técnico español, que no veía el momento de preguntarle a su capitán qué le había sucedido. Le echó la mano por detrás como gesto cariñoso y no hizo ningún otro ademán que pudiera descubrir la importancia de la lesión.

Otro equipo. Sin Gerrard, el Liverpool no es el Liverpool y se convierte en un grupo totalmente previsible. El resto del partido fue un calvario para los de Anfield. Y mucho más cuando en el minuto 75 se quedó con diez por expulsión de Leiva. Si antes sólo había creado una ocasión de gol, Riera, después ni se acercó al área rival. Su único objetivo era llegar a la prórroga y ya en ella alcanzar los penaltis. Y a punto estuvo de conseguirlo de no haber sido porque a dos minutos del final Gosling aprovechó las facilidades de Arbeloa para marcar el único gol del partido.

No hay mal que por bien no venga, a espera de conocer la gravedad de la lesión de su capitán, el equipo de Benítez ya sólo jugará un partido a la semana hasta su visita al Bernabéu. Su gran desafío ahora.