"Aún esperamos remontar y ganar esta Liga. Está en nuestra cabeza. Y sólo vamos a pensar partido a partido". Así respondió a Raúl a un interno de la prisión de Navalcarnero que le preguntó sobre las posibilidades de que el Real Madrid dé alcance en la Liga al Barcelona. El jugador del Real Madrid presidió la entrega de diplomas del curso de monitores del Centro Penitenciario Madrid-IV y pasó casi hora y media con los reclusos, que le preguntaron sobre su récord, le pidieron autógrafos y acabaron coreando el "Raúl selección".
Fue un acto emotivo, en el que los presos le pidieron una opinión sobre Messi y una posible oferta del Madrid: "Veo difícil que venga. Ahora mismo es el jugador más desequilibrante del mundo y disfruto mucho con él. Me gustaría que no jugara tan bien, porque soy madridista, pero a la vez me alegro. Es un chico formidable". Otro interno le recordó aquella vez en que mandó callar al Camp Nou: "Me salió así. No lo tenía pensado y tampoco creo que lo vuelta a repetir".
"De los que he marcado, me quedo con dos goles. El primero que hice en el Bernabéu. Ese es el tanto soñado por todo futbolista. Y el segundo, el de la Intercontinental ante el Vasco. Íbamos 1-1 y decidió el choque", confesó el delantero del Madrid, que el sábado igualó los 307 de Di Stéfano en el club blanco, ante los internos. Alguno le recordó su pasado rojiblanco, del que no renegó: "En mi infancia fui atlético y le guardo un gran cariño al club, uno de los más grandes de España. Pero en el 92 me vine al Madrid y aquí es donde me he formado como futbolista".
Más preguntas agudas. Esta, sobre la sequía de la cantera madridista: "Hay canteranos en el equipo: Iker, Guti, Torres, Codina, Parejo, Javi García... Yo tengo fe en la cantera porque refuerza el sentimiento del club. Y estad seguros de que saldrán más Raúles y más Casillas". Del presumible triunfo electoral de Florentino salió con un hábil regate: "Primero, no están convocadas aún las elecciones. Segundo, no sé quién se presentará. Y tercero, la elección sólo corresponde a los socios".
Reiteró, como lo había hecho 24 horas antes las cámaras de Cuatro, que le quedan dos o tres años de fútbol. "¿Y después?", le preguntó un interno. "Entrenar es una posibilidad, pero muy lejana", le respondió. Otro recluso le recordó la frase de la semana, pronunciada por Heinze ("habrá que romperse el ojete para remontar"): "A nosotros también nos lo dice en el vestuario y habrá que hacerle caso".
