Segunda parte de la historia interminable

Al Levante le corresponde medir esta tarde en La Romareda el tamaño del agujero que dejó hecho el Rayo Vallecano hace una semana. Al Zaragoza le toca algo parecido, pero a modo de introspección: sondear la profundidad de la herida o su umbral de resistencia ante escenarios tensos. En cierto modo, el tenderete de los fichajes ha operado de cortina de humo contra los riesgos de depresión, y habrá que ver con qué consecuencias. La Romareda no verá hoy a nadie nuevo en su equipo ni en el Levante. Si acaso a Pavón, que hace tiempo que no juega...

El caso consiste en diagnosticar qué puede ser el nuevo Zaragoza sin Oliveira, ausencia de calado mayor. Braulio se convierte de inmediato en titular junto a Ewerthon y sobre el brasileño queda el peso goleador del aspirante al ascenso. Por lo demás, Marcelino puede cambiar lo que quiera, tanto en el medio como atrás: después de dos derrotas consecutivas con partidos lamentables, todo sería entendible. Volverá Paredes en el lateral izquierdo y la cosa está en si Zapater entra en el medio por Generelo o en el lateral por Chus Herrero. o ninguna de las dos cosas.

Tres pivotes. Luis García desplazó a 19 por las molestias en el cuello de Jorge Pina, otro exiliado de la Ciudad Deportiva. Recupera a Xisco Nadal y medita recargar el medio campo con un trivote (Pallardó, Iborra y Gorka Larrea). El resultado de la ida (2-1), la proximidad del Levante al ascenso y su condición de mejor equipo a domicilio en la primera vuelta conforman una amenaza. Como si al Zaragoza le hicieran falta advertencias...

Comunión de equipo y afición para el ascenso

Un grupo del Colectivo 1932 se personó en el entrenamiento del Zaragoza ayer y pasaron la mañana cantando en apoyo del equipo y llamando a la unidad para el ascenso. Los jugadores respondieron con aplausos a esa muestra de entusiasmo zaragocista.