Juanjo Expósito vuelve a salir cedido, esta vez (y hasta final de temporada) será al Alavés. El jugador y los dos clubes quedan satisfechos ya que el de Ontaneda va a tener los minutos que ansía, los vitorianos reciben a un buen delantero para ayudarles a salir del pozo y el Racing se ahorra todo lo que el cántabro debía percibir hasta final de temporada e, incluso, detrae una pequeña cantidad de lo que aun debe pagar a los alaveses por Toni Moral.

El único que no ha recibido el final del culebrón con una sonrisa es, lógicamente, Muñiz. El asturiano dijo públicamente que no podía salir ningún delantero si no llegaba un recambio y, de momento, se encuentra con que Juanjo se va, no hay ningún delantero en disposición de llegar (gratis, o casi gratis es la condición indispensable) y con miedo a lo que pueda pasar con Tchité entre domingo y lunes.

En honor al gijonés hay que decir que, pese a dejar clara su opinión, no ha querido ser el que rompiera una operación en la que todos los demás estaban de acuerdo (especialmente por Juanjo, jugador por el que mantiene un gran respeto personal y profesional).

Blackburn. Un intermediario inglés, Mike Morris, el mismo que llevó al Newcastle a ver a Tchité en París, ha anunciado la visita de agentes del Blackburn Rovers el domingo en El Sardinero. No será fácil que, tras un mes sin entrenar, el africano convenza en un solo partido a los británicos, pero si es así (o si están desesperados; están sólo un punto por encima del descenso) y hacen una oferta, el club cántabro se enfrenta a un dilema.

Necesita liquidez, pero deportivamente no tiene ya margen de maniobra para suplir al burundés. Todo apunta a que, si la oferta incluye una buena cantidad en metálico, lo vendan. Entonces, otra vez, Muñiz tendrá que hacer gala de algo que está demostrando: ser hombre de club.