La Real Sociedad ganó por la mínima diferencia a la Unión Deportiva Las Palmas y prolongó el bache de resultados de ésta, merced a un gol de penalti, que avaló con una defensiva a ultranza y en inferioridad numérica, en especial durante la segunda parte. La primera mitad fue de iniciativa local, pero no tuvo el premio de los goles; unas veces la mala puntería y otras las buenas intervenciones del guardameta chileno Bravo impidieron que marcara.

Al cuadro donostiarra le bastó con poco para irse al descanso con ventaja. Tras un aviso de Agirretxe, quien protagonizó una peligrosa internada, desbaratada por Santamaría, llegó la acción clave: Darino derribó a Abreu en el área y el ariete realista no perdonó desde el punto fatídico, con un lanzamiento ajustado a un poste que hizo inútil la estirada del portero anfitrión. Poco después, Bravo, muy atento a una galopada de Pablo Sánchez, atajó con los pies su lanzamiento y, a continuación, Márkel Bergara hizo falta a Jorge y vio la segunda amarilla.

De ahí hasta el intermedio, salvo un lanzamiento de Aranburu, Las Palmas intensificó su ofensiva con acciones que no consumó; la más destacada resultó un tiro de Jorge que desvió perfectamente Bravo. El segundo tiempo fue un auténtico monólogo del equipo canario, incapaz en todo momento de encontrar la fórmula para desbaratar la nutrida zaga vasca.

Gerardo, en los minutos 76 y 82, con intentonas fallidas, y Saúl, quien no pudo definir al borde del final, protagonizaron las acciones más sobresalientes del equipo insular. Marcos Márquez, ya en el tiempo añadido -cuatro minutos-, tampoco acertó a meter el balón entre los tres palos.