Cannavaro, actor de un corto que aspira a los Goya

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Cannavaro, actor de un corto que aspira a los Goya

Cannavaro, actor de un corto que aspira a los Goya

El central madridista hace de preparador físico privado en una cinta ambientada en el Nápoles de los cincuenta. Fabio ya recibió un premio por su actuación en Sicilia. También participa Carboni.

El central madridista Fabio Cannavaro cuelga por un día las botas y se pone delante de una cámara para ser uno de los protagonistas del corto Porque hay cosas que nunca se olvidan. Una historia ambientada en el Nápoles de 1950, donde cuatro niños pasan las tardes jugando con un balón de cuero. Tras varias indicaciones por parte del niño que encarna, en su papel de adulto, el ex jugador y ex director deportivo del Valencia Amedeo Carboni, Raúl (el más relleno) se decide a chutar el balón. "Dale justo en el centro y ten cuidado, que llevo un año ahorrando", le indica el amigo. La mala suerte se alía con los chavales que ven como la pelota aterriza en la terraza de 'la vieja mala', una anciana que se pasa el día haciendo punto en su mecedora. Probablemente nunca más vean el cuero rodando por las calles de Nápoles.

Inconformes con esa idea, los chicos napolitanos intentan de todas las formas posibles rescatar la pelota por las rejas de la casa. Pero todos los intentos se quedan en nada. La única opción de recuperar el esférico es llamar al timbre de Carmen. Cuando la anciana parece dispuesta a devolver la ilusión a los niños en forma de balón, esta decide utilizar las agujas de coser para pinchar el esférico.

Mal asunto para el niño que encarna a Carboni, que decide vengarse de "La Vieja". Los cuatro jóvenes deciden tomarse la justicia por su mano y electrocutan a Carmen. Carboni es encarcelado y el niño relleno decide contratar a un entrenador personal para mejorar su técnica de lanzamiento. Ahí es donde aparece Fabio Cannavaro, haciendo de preparador físico e intentando mejorar el chut del ya crecido gordito. Al igual que hay cosas no se olvidan, también hay otras que no se aprenden. El corto finaliza con el zaguero italiano dando instrucciones al gordito, pero su golpeo de pelota sigue siendo nefasto.

El corto está siendo todo un éxito, con más de cien premios recibidos. El último se lo llevó la semana pasada Cannavaro en la ciudad de Sicilia por su actuación en el corto. Aunque los acontecimientos están ambientados en Nápoles, el corto fue rodado en Segovia y Madrid y dirigido por Lucas Figueroa. Una filmación con muchos efectos visuales hacen de Porque hay cosas que nunca se olvidan una grabación con aspiraciones al Goya como mejor corto de ficción.