El subsecretario de Exteriores italiano, Alfredo Mantica, había pedido que se considerara la posibilidad de cancelar el partido una vez que Italia llamara hoy a consultas a su embajador en Brasil, Michele Valensise, después de que el gobierno brasileño concediera el estatus de refugiado político al ex activista Cesare Battisti, condenado por la Justicia italiana a cadena perpetua.
"Los asuntos políticos o diplomáticos, por más que sean relevantes y significativos, no deben comprometer el desarrollo de las manifestaciones deportivas", dice la nota enviada a Efe.
"El deporte -agrega- debe favorecer los encuentros y la amistad entre los individuos y los pueblos. Por ello, considero que el encuentro entre Italia y Brasil representará seguramente un momento de gozo y de fiesta de dos pueblos que han tenido siempre fuertes vínculos".