Peragón da la puntilla a un filial autodestructivo

Pocos esperaban en la Ciudad Deportiva del Sevilla un partido repleto de tantos ingredientes de buen fútbol como el que se vio ayer en la ciudad hispalense. Goles, ocasiones, remontada, polémica expulsión y un penalti fallado fueron algunas de las notas características en el duelo de colistas de Segunda División. Una 'final' que cayó in extremis del lado visitante, del Alicante, gracias al oportunismo de Roberto Peragón en el tiempo de prolongación que decretó el colegiado.

El partido tuvo dos partes bien diferenciadas. En la primera, un filial envalentonado anuló en todos los aspectos al Alicante, atónito por el empuje de los locales, pero también dormido. Los de Fermín Galeote tocaban la pelota, presionaban al rival y ganaban en todas las facetas del juego, encauzando su ataque por la banda izquierda, propiedad ayer de un Ríos inspiradísimo. El Sevilla Atlético dominaba como casi siempre en casa, pero esta vez lo iba a traducir en goles gracias a Redondo y Fali, sustituto del lesionado Mohamed. El Alicante ni se enteraba de qué iba el partido y se marchaba a los vestuarios incrédulo al final del primer tramo.

Después del descanso, Granero dotó a los suyos de unas miras más ofensivas y dio entrada a un hombre fundamental ayer, Capi. Pero el punto de inflexión llegó con la expulsión de Redondo, obligado a derribar a Pedro en denrto del área. El regalo lo desperdició Capi, que no falló minutos después. El filial se desprogramó con diez juegadores sobre el terreno de juego y no se reactivó. Azkoitia empató al poco tiempo y el Alicante se lanzaba en tromba hasta que en la proloncación, un nuevo despiste dio la oportunidad a Peragón de ser héroe y cruel verdugo de un filial que agoniza.

Granero

Me quedo con la actitud de mis jugadores en la segunda parte. Ese es el camino a seguir en el futuro. Esta victoria nos da mucha moral para afrontar los siguientes partidos".

Galeote

El final ha sido tan cruel como inesperado, aunque nos ha pasado varias veces. La expulsión de Redondo fue clave. Con diez el equipo se descompuso y el Alicante fue netamente superior".