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César

"Me fui triste y vuelvo nuevo: Londres me ha rejuvenecido"

César Sánchez (Coria, Extremadura, 1971) es un emigrante fugaz. En verano se marchó al Tottenham y le ha repatriado el valencia.

Tomás Guasch
César.
javier bellver

Las vueltas que da el fútbol, ¿eh?

Muchas, sí. Yo estaba en Londres, contentísimo, rejuvenecido... y me llama mi gente de IMG con que el Valencia me quiere. Comprenderá que no podía decir que no.

Rejuvenecido, dice.

Sí, muchísimo. Dejé Zaragoza con amargura. Por el descenso, porque es la ciudad en la que queremos vivir mi familia y yo, porque Marcelino no contaba conmigo. Era un mal plan y apareció el Tottenham. Fui sabiendo que su apuesta era el colega brasileño Aurelio Gomes; les gusta el portero grandote y tal. Pero llegué dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva, y me levantaba cada mañana con la ilusión de un chico de 18 años. Me fui triste y vuelvo nuevo a nuestra Liga.

¿Qué le sorprendió sobre todo de la vida en Inglaterra?

La hora de diferencia, por ejemplo. Parece que no es nada, pero te despistas y en España está la gente comiendo. O acostada. Y tú no. Es un cambio y pronto decidimos mi mujer y yo vivir a la inglesa, empezando por la televisión. El vínculo con nuestra tierra era Canal+, pero quisimos ver la tele de allí, que el inglés se incorporara a nuestro día a día. Ahora contrataré el canal de Sky en Valencia, no quiero perder el contacto. Si le cuento que con mi mujer nos mandábamos los sms en inglés...

Interesante.

Y con los compañeros también, por el messenger. Supone una inmersión en el inglés coloquial. También programé mi ordenador personal en ese idioma. De verdad: todo te invita a volver a ser joven, a la edad de tantísimos aprendizajes. Mientras estuvo Juande Ramos el ambiente en el equipo tenía un tono español, más familiar para mí. Pero desde que se fue y llegó Harry Redknapp todo se britanizó al máximo, comidas, viajes, concentraciones... Hay que ser una esponja; a todos los que se animen a jugar en el extranjero, ese es mi consejo. Si te aíslas, malo. En el Tottenham está el ejemplo de Pavlyuchenko, que no habla nada, sólo ruso. Yo trataba de darle bola, pero él tiene que poner de su parte. ¡Hombre, hay situaciones cómicas!

¿Por ejemplo?

Al principio salía de la portería y gritaba ¡mía¡ y no '¡keeper!' ¡Ja, ja! Siempre me acordaré de una charla que tuve con Benítez a poco de llegar él a Liverpool. Me dijo: lo más difícil es enfadarte en inglés; te sale en español y te das cuenta que nadie te entiende. En realidad hay que dominar dos idiomas, el de la calle y el de su fútbol.

Como ellos lo interpretan.

Eso es. Si un defensa se ve acosado, ¿qué va a hacer con la pelota? ¿Te la va a pasar, la va a mandar a la grada, al lateral? Entender tu trabajo, claro.

¿Qué diferencias observó entre el trabajo de un técnico español, Juande, y el inglés Redknapp?

Todo es diferente porque el concepto del fútbol lo es en cada caso. Juande tenía un segundo y un preparador físico; Harry trabaja con siete ayudantes. Las semanas de selección hubo más entrenadores que futbolistas en el campo. Otra novedad es que invita a ex jugadores, que se ponen el chandal y corren con el equipo. Por ejemplo aquel tremendo ariete que fue Joe Jordan, el escocés que jugó en Tottenham, Manchester y también en Italia. Llegan, te hablan de club, de sus experiencias... Y hay días que el primer entrenador no está porque como también es el mánager anda en otras cosas; ahora que hay mercado, fichando o vendiendo jugadores.

¿Y es verdad que tienen un empleado sólo para hacer los bocadillos?

Los bocadillos y las comidas los días de partido; igual te cocina una pizza para que te la comas en el autobús. Aquí las distancias son cortas, lo más lejos de Londres es Newcastle y te plantas allí en coche en menos de cinco horas. Por cierto que en la comida del Tottenham ha tenido mucho que ver para bien el doctor Escribano, que colaboró con Juande el tiempo que estuvo aquí. Hay más cosas, claro: otro empleado se ocupa de los vídeos y lo hace en tiempo real: llegas el vestuario en el descanso y allí está él, un irlandés llamado Simmons, con la primera parte lista. Y tiene un programa para cada jugador. Pinchas y sale 'César' con todas mis intervenciones una por una. Cuando llegué me dieron un vídeo de los mejores porteros de la Premier para que viera cómo son, como paran aquí.

No dejemos lo de la comida. ¿Nos aconsejaría un platillo inglés que pueda ser atractivo?

Un pescado llamado 'mackarel', parecido a la caballa. En el Tottenham lo cocinan maravillosamente. ¿Sabe lo que más eché en falta este tiempo?

¿Unas migas?

¡Las pipas! Allí no las hay y a mi mujer y a mí nos encantan comerlas viendo la tele. Un amigo llegó con tal cargamento un día que en el aeropuerto le preguntaron dónde iba con ese arsenal.

Me extrañó que el Tottenham vendiera a Berbatov y Keane, sus goleadores, poco antes de empezar la Liga. Por ahí empezó a caer Juande, claro.

Sí, este es un club diferente a la mayoría de ingleses, que busca la estabilidad del técnico y una mejora en sus plantillas cada temporada. Este quiere gente joven y si le llega una buena oferta por un jugador lo vende. Perder a Berbatov y Keane fue perder 40 goles y muchísimos puntos. Para Juande fue una mala noticia, que se fue confirmando porque no ganamos partidos. Y pasó lo que en España, que despidieron al entrenador. Es un club peculiar el Tottenham, pues quiere crecer, pero vende y los jóvenes necesitan su tiempo. Están Modric, Giovani, Pavlyuchenko... No es fácil acercarse a los grandes, pero cuajo de club tiene: una historia importante, gasta dinero, vende ilusión, al equipo le acompañan fuera cuatro o cinco mil personas. ¡Si venden abonos para los partidos que juega de visitante!

La manera de entender el fútbol la gente es peculiar.

Una de mis grandes sorpresas es que no son de los equipos grandes. En España, un señor de Cuenca casi seguro dirá que es del Madrid o del Barça y luego, si acaso, del Conquense. Allí el hincha del Leyton Orient es de su equipo y muere por él. Hay muchos del Manchester, del Liverpool, del Chelsea, pero muchísimos que son sólo del equipo de su barrio, de su pueblo. Piense que en la segunda división se dan entradas de 25.000 personas, el seguimiento del hincha es muy superior al español.

¿De esos jóvenes, el mejor es Luca Modric, el croata?

Es muy bueno, pero me sorprendió Giovani, el chico que pasó por el Barça. Es un jugador fantástico que no tuvo suerte, pues se lesionó en el tobillo para tres meses al poco de empezar la campaña. Va a hacer algo grande en Inglaterra. Es pequeño, pero no rehuye el choque, tiene gol y calidad.

¿Y por la Premier qué se dice de la eliminatoria Real Madrid-Liverpool?

La ven de color rojo. Yo no. Creo que pasará el Madrid al que veo más peligroso ahora que el año pasado cuando iba primero en la Liga. Cuando ha tenido necesidad de agarrarse a la Champions, como le pasa ahora, lo ha hecho. Es cierto que el Liverpool ha dado este año un paso adelante como demuestra que a estas alturas pelea de verdad por la Liga. La polémica Benítez-Ferguson tiene su clave en que Rafa se ve capaz de ser campeón y exige el mismo trato que el United, no va a dejar pasar ni una. Confío en el Madrid máxime si llega con la cabeza limpia a los partidos.

La Octava fue su Champions. Y que recuerde, el primer portero que se lesionó en la final.

Alguno tuvo que ser y me tocó... Fui un afortunado al vivir lo que viví en el Madrid. ¿De qué uno de Coria iba a jugar una final de la Copa de Europa? Salí de casa con 16 años, ¿cómo imaginarme todo aquello? He visto a muchos porteros muy buenos que no tuvieron esa suerte. Y no me olvido del Zaragoza, del Valladolid, que me lo dio todo. He jugado con Casillas, Zidane, Ronaldo, Raúl...

A Iker lo dejó usted en el banquillo: ha sido el único...

Sí, hay cosas que el tiempo te permite valorar como merecen. Va a marcar una época.

¿De verdad se llevaban muy mal?

Pues no. Tampoco cuando yo jugaba y él no. Esas cosas forman parte de este tinglado, las relaciones entre futbolistas no son tan complicadas como pueden parecer, incluso entre los que luchamos por el mismo puesto. Luego están las afinidades; con Ronaldo era facilísimo llevarse bien. O con Michael Owen... Aquel tiempo que Iker pasó en la suplencia seguro que le ayudó a crecer, a madurar. También a mí. En la vida hay que manejar los buenos momentos y los malos.

Y pensar que usted debutó en Pucela con un 0-6 ante el Barça...

¡Eh, que a mi sólo me metieron tres! Los otros fueron para mi amigo Mauro Ravnic. Tengo buenos amigos entre los porteros: Elduayen, Ricardo, el propio Mauro...

Bienvenido a casa, César.

Gracias. Esto es una noria. Y el Valencia, ¡qué reto!