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Liga BBVA | Real Madrid - Deportivo

Un Depor valiente mide la racha del Madrid

Juande, cuatro victorias seguidas. Lotina, con Valerón y Lafita

<b>DESEMBARCO. </b>Zé Castro, Bodipo y Manuel Pablo, a la llegada del Deportivo a Madrid.
carlos martínez

Después de perder en el Camp Nou, los jugadores del Real Madrid se propusieron ganar los seis partidos siguientes como método para reengancharse en la Liga y en la vida. Logradas cuatro victorias desde aquel desafío, el equipo ha escalado cinco puestos en el campeonato (del sexto al segundo), si bien no ha reducido ni uno de los doce puntos de ventaja que disfruta el Barcelona, que también ha solventado con pleno sus últimos partidos, incluidas las visitas de alto riesgo a Villarreal y Osasuna.

La imposibilidad de recortar diferencias con el líder no ha minado el ánimo del Madrid, que la mayor parte de las veces ha debido afrontar sus partidos conocida la victoria (y la goleada) del Barça. Si los madridistas (jugadores, aficionados) no se han visto afectados es porque han estado más concentrados en la recuperación propia que en la persecución del Barcelona.

Es ahora, con el Madrid recuperado moralmente, cuando se le exige un paso más. Y no es tanto por acechar al Barça, empeño improbable, como por completar la reconstrucción total del equipo. Además de victorias, el madridismo reclama buen juego. Ya no se acepta el fútbol de primeros auxilios.

Consciente de esta exigencia, Juande Ramos ha dudado esta semana si alinear un equipo más ofensivo con Van der Vaart en el lugar de Lass. No reprocha nada al otro Diarra, al que ayer elogió en conferencia de prensa, pero Juande, animado por los buenos entrenamientos del holandés, busca fórmulas para agilizar los movimientos de ataque.

De momento, sus pesquisas no tendrán traslación en el campo. Finalmente, el Madrid repetirá alineación por tercera vez en el campeonato, incluido Cannavaro, que apenas se ha podido ejercitar durante la semana por un golpe en el tobillo derecho. El equipo es sólido, ya se sabe, pero también son conocidos sus problemas en la creación, la enorme distancia que se abre entre el centro del campo y la delantera. Sneijder, en paradero desconocido, sigue siendo la clave para resolver este problema.

Tocados. Si se incluye la Copa, el Deportivo visita el Bernabéu herido por una racha de cuatro derrotas consecutivas, la última en el Camp Nou (5-0). Ese partido dejó más secuelas que las morales: se lesionó Guardado y Aranzubía fue expulsado. El sustituto del portero titular ha protagonizado el debate en A Coruña, resuelto por Lotina en favor de Munúa y en perjuicio de Fabricio, que se niega a renovar su contrato. No obstante, el equipo afronta una reestructuración más profunda. La titularidad de Valerón anuncia el deseo de dominar el juego, algo que ya consiguió Osasuna hace siete días. Y la intención se refuerza con la presencia del magnífico Lafita, suplente en Barcelona. Da la impresión de que el Depor tiene presente su victoria contra el Madrid en el estreno de la primera vuelta (2-1). Aunque Lotina jamás ha vencido en el Bernabéu como entrenador (dos empates y cuatro derrotas) parece dispuesto a morir matando, que en este caso es vivir jugando.

Reto. El desafío es considerable, pues sólo el Sevilla ha ganado en Chamartín (3-4) y fue con la inestimable colaboración arbitral. Sin embargo, el hecho de que el Madrid juegue su cuarto partido en casa en un mes (el calendario se le volverá en contra en abril) añade, para los locales (público y jugadores), el riesgo de la costumbre, de lo anodino.

Para agitar conciencias, el vendaval pasó ayer por Madrid y dejó en 40 minutos el entrenamiento de Juande; para reafirmar la paz institucional, Boluda se pasó por el ensayo y animó a los muchachos.

Teixeira Vitienes es el árbitro y se ruega que pase inadvertido. Con él logró el Depor su última victoria en el Bernabéu (0-1, 2004) y esta campaña ha firmado más victorias forasteras que locales: 2-5.

El encuentro es de alto rango porque el Deportivo dejó de arrugarse en el Bernabéu desde que en 2002 firmó el Centenariazo. No lo olvidan en A Coruña y tampoco debería olvidarlo el Madrid.