La desidia se paga cara

El que gane la eliminatoria se meterá en las semifinales de la Copa del Rey. Eso parece estar claro para todo el mundo. Menos para Mallorca y Betis. El partido disputado ayer en Palma fue terrorífico. Ni uno ni otro hizo casi nada por ganar y eso sí, los locales al menos le pusieron algo más de intensidad en el segundo periodo. Sólo con esto tuvieron suficiente para llevarse el triunfo puesto que los centrales verdiblancos le pusieron en bandeja el gol a Keita. Melli, que volvió a estar nefasto, dejó avanzar al guineano hasta dentro del área donde batió sin problemas a Ricardo. Un único tanto, que viendo las carencias de ambas escuadras, puede ser fundamental en el devenir de la eliminatoria.

En Heliópolis daban casi por superados a los bermellones y muchos ya pensaban en una posible semifinal contra el Barcelona. Se veían favoritos y quizá ese exceso de confianza les ha puesto en la cuerda floja. Chaparro se equivocó. En el partido más importante del año hasta el momento dejó fuera del equipo titular a Mehmet Aurelio y Sergio García. Nadie lo entendió. La pareja de mediocentros fue una sombra de la que habitualmente juega en la Liga. Ni Arzu ni Rivera fueron capaces de darle el ritmo necesario al encuentro. Y encima arriba faltaba una referencia. Fue, sin duda, uno de los encuentros peores de la era Chaparro en Heliópolis. Y en estas, el Mallorca casi sin querer se ha aprovechó de la situación para meterse de lleno en la lucha por pasar.

Manzano alineó un equipo de circunstancias pensando sobre todo en la Liga. En la primera vuelta sólo han sumado 14 puntos y eso les va a poner muy difícil la permanencia. Caer eliminados de la Copa les suponía casi un favor. "Si nos aseguraran la permanencia, tiraríamos la Copa", dijo el jiennense en la previa. Pero es que el Betis se lo puso tan fácil que no tuvieron más remedio que ir a por la victoria. Y eso que tampoco derrochó calidad. Pero sí le puso mucha más intensidad. La pareja formada por Gonzalo Castro por la izquierda y Keita en la delantera (lleva ya cuatro goles en este torneo) fue suficiente para poner en jaque el pésimo planteamiento defensivo de los sevillanos.

Desde el principio se vio como iba a ser el encuentro. Nadie daba una a derechas. Balones arriba en busca de nadie y pocas ocasiones de gol. El Betis intentó dominar al principio, pero poco a poco se fue encerrando y el Mallorca se aprovechó del error local para adelantarse y quién sabe si dar un golpe mortal a la eliminatoria, porque después de adelantarse nunca peligró la portería de Aouate. Aún queda un segundo round, pero si todos siguen sin querer ganar, lo normal es que el que pase sea el menos malo de los dos y ese, al menos ayer, fue el Mallorca.