Mata rescata al Valencia

Si se pudiera, partiríamos esta crónica en dos capítulos. El primero, más aburrido y táctico en el que el Valencia se fue al descanso ganando 1-0 de manera merecida y el Sevilla no apareció por el área de Guaita, y una segunda en la que el duelo se enloqueció, especialmente al final. Primero los de Jiménez revirtieron la situación siendo dueños de la noche durante 35 minutos, volteando el marcador hasta el 1-2 y viéndose casi en semifinales. Pero en los últimos diez minutos los chés, que deambulaban maltrechos, se agarraron a su orgullo y a Juan Mata para volver a ponerse por delante en su última bocanada de aliento.

Protagonistas positivos hubo muchos, primero Joaquín y Villa, luego Capel y Luis Fabiano y, al final, Baraja (siempre hay que contar con sus apariciones) y el propio Mata. Pero, tristemente, fueron eclipsados por el grave error de Undiano Mallenco, y su asistente Fermín, que validaron el 1-2 sevillista en una jugada concebida en clarísimo fuera de juego. Y por clarísimo se entiende dos metros en posición incorrecta. Ahí pareció morir el Valencia, al que le entraban con una facilidad pasmosa y al que Guaita, bien en su noche más difícil pese a errar en el 1-1, pero los andaluces no le dieron la estocada definitiva. Ése fue su pecado, castigado con la derrota merced al último arrebato de los locales, que llegan vivos a Nervión.

De los capítulos de esta serie copera el primero lo acaparó David Villa, que aprovechó un error de Adriano para adelantar a los ches a los cinco minutos. Estaba por ver que los locales aguantaran su ventaja y así fue en un primer acto que se oscureció para los ches cuando el Guaje se retiró lesionado al cuarto de hora. Con Albelda devorando kilómetros, la medular era blanquinegra y los sevillistas no creaban peligro, aunque tampoco los de Emery se estiraron mucho más. Eso sí, lo suficiente para que Fernando Navarro rondara el penalti sobre Joaquín, repitiendo acción de manera impune en la segunda parte.

Con la sonrisa en el rostro local se llegó al descanso, pero enseguida se la borró el Sevilla, con un Capel eléctrico que, pese a jugar en la derecha, se cenó a Moretti. El extremo sirvió el empate andaluz, tras desperdiciar éstos dos ocasiones claras antes.

Mientras la grada esperaba la reacción local, lo que llegó fue un Sevilla muy superior que, pese a merecerlo, no marcó hasta que Undiano le regaló un 1-2 que nunca debió validar porque el fuera de juego de Adriano fue por varios metros. Romaric y Renato mandaban y Capel bombardeaba el área, pero no hubo sentencia. Emery quemó sus naves y le salió redondo, pues Mata sirvió el empate y logró un 3-2 que deja una eliminatoria loca muy abierta para el partido de vuelta.