El filial rojillo suma ya cuatro salidas seguidas sin perder

El Osasuna B empató el pasado domingo en el difícil campo del Sant Andreu, el Narcís Sala, y no pierde fuera de casa desde el pasado 11 de noviembre, cuando fue derrotado por el Gavá.

Tras aquella derrota, el filial rojillo logró empatar en Alzira, Benidorm, ante el Sant Andreu, y se llevó los tres puntos del campo del Orihuela.

De hecho, el Osasuna B sólo ha perdido tres partidos a domicilio, en Dénia, Badalona y Gavà, siendo uno de los equipos que más puntos consigue como visitante. Sólo sus problemas para sacar adelante los encuentros que juega en Tajonar impiden que registre una clasificación aún más desahogada.

Miguel Merino, entrenador del Osasuna B, se muestra satisfecho del nuevo punto sumado por su equipo a domicilio: "El lado global del partido es lo que más me interesa. Si hay que ser justos, el Sant Andreu ha tenido palos y ocasiones y ha podido ganar el partido. Era un rival muy difícil y estoy contento con el extraordinario trabajo de los jugadores. Sabíamos que teníamos que sufrir y marcar para sacar algo de allí".

Merino se refirió a la capacidad física de su plantilla: "El cambio de intensidad del Sant Andreu tuvo mucho que ver en la segunda parte. Aumentó mucho el nivel de su juego, pero nosotros supimos sufrir y estas situaciones curten".

El conjunto navarro, que sigue peleando por conseguir la permanencia, aún tiene pendiente el partido suspendido con el Santa Eulàlia, que jugará el próximo día 28 y que puede ser decisivo para su futuro, porque una victoria ante los ibicencos le permitiría mejorar su clasificación.