Cuando a los pocos segundos del encuentro en Valladolid, Capi cayó al suelo fulminado todo el mundo pensó lo peor. En las imágenes de televisión se podía contemplar como el camero se quedaba clavado en el césped el giro escalofriante de su rodilla izquierda. "Nunca, en toda mi vida he vivido algo así", dijo el futbolista al acabar el encuentro. Pero poco a poco las noticias fueron siendo más positivas. En la zona mixta de Zorrilla ya se descartaba la rotura de ligamentos, aunque los médicos béticos creían que podría haberse fracturado el peroné.

Rápidamente, cuando llegaron a Sevilla descartaron también esta opción y a primera hora de la mañana del lunes dieron con la lesión definitiva. Tiene afectados los ligamentos del tobillo izquierdo. Por tanto sólo estará de baja unas cinco semanas. Dos de ellas permanecerá inmovilizado y el resto será para ponerse otra vez a punto, por lo que podría incluso regresar antes y permanecer sólo un mes en el dique seco. No obstante, se trata de una baja muy sensible para Paco Chaparro, que considera al canterano como una pieza clave en su sistema.

Por otra parte, Mariano Pavone aún no sabe exactamente el alcance exacto de su dolencia. Hoy será sometido a diversas pruebas para diagnosticar exactamente su lesión. En principio, el delantero argentino es bastante pesimista puesto que ya ha sufrido problemas así otras veces. Cree que tiene una rotura fibrilar, por lo que estaría como mínimo tres semanas de baja.

Mané continúa en la agenda

Mané no deja de sonar para el Betis. El lateral izquierdo del Almería tiene en mente llegar a Heliópolis a final de esta temporada. El presidente del conjunto albirrojo, Alfonso García, no lo dejó salir el pasado verano pero le prometió que este año sería diferente. Según publica la web sevillana www.minutosport.com, el acuerdo podría ya estar incluso cerrado.