Zigic desnuda al Geta

Liga BBVA | Getafe 0 - Racing 1

Zigic desnuda al Geta

Zigic desnuda al Geta

pepe andrés / dani sánchez / sorolla

Justo triunfo del Racing ante un rival en caída libre.

La cornada de ayer al Geta ya es seria y tiene cuatro direcciones, las mismas que sangran tras cuatro derrotas consecutivas, cuidadín, cuidadín. Perdida en la plantilla la efervescencia mediática y la intensidad táctica con la que se jugó ante los grandes y cumplida la primera vuelta del campeonato, es justo, necesario y hasta obvio advertir que este equipo azulón no se sabe a qué juega, no tiene sello definido. Y el Racing, sólido, bien asentado, con ideas claras en cuanto a limitaciones, virtudes y también defectos, le desnudó con sólo tres o cuatro movimientos bien aplicados. Marcó el gigante Zigic pero lo hizo por tierra y no por aire, tras jugadón de Serrano, que le dio la tarde al peor Cortés desde hace años. Y el Pato en el banquillo, culebrón que no acaba de llegar a su fin porque Geta y Boca siguen mareando la perdiz sobre si son 300.000 euros o deben ser 500.000, amén de que por aquí no se fían de la solvencia de los de Buenos Aires...

El ala izquierda.

Fue un duelo muy alejado de la vistosidad, peleado en el medio campo pero frío, muy frío, pese a que en la cabeza de algunos podía seguir martilleando el choque canchero de la semifinal copera. Pero dentro de ese ir y venir sin lustre, se vio pronto que el Racing iba un paso por delante, con Lacen y Colsa serios en el medio campo frente a Casquero, con Zigic y Moral activos en su pelea con los centrales y, sobre todo, con Serrano percutiendo una y otra vez por el flanco derecho de Cortés, desquiciado toda la tarde. Le ayudó Marcano, un chico elegante y contundente en el lateral, del que no extraña que sea seguido por algunas cancillerías nacionales y de fuera. Muy buena ala izquierda.

El gol llegó por donde inevitablemente tenía que llegar, otra colada de Serrano en extremo puro, con caño y desborde al lateral, llegada hasta la línea de fondo y centro raso atrás que se comieron los centrales Cata y Mario, el meta Jacobo en su salida a taponar el centro y el lateral del otro lado Licht, que no cerró tampoco la llegada de Zigic en una cascada de pecados que fueron de graves a veniales, pero pecados defensivos al fin y al cabo.

Tenía que meter más intensidad, más marcha, más algo el Geta y Víctor dio entrada a Soldado y a Uche para que Manu, que se dejó el alma otra vez por todo el flanco del ataque, pasara a la izquierda. Pero Muñiz ya había taponado cualquier posible brecha metiendo a Pinillos por Moral y colocándole por delante a Valera. Vías cerradas, conformismo cántabro y arreón final del Getafe que sí, que pudo empatar en un testarazo de Manu que paró Toño, pero poco más. Ah, y al final volvieron los gritos del arranque, eso del ¡Víctor vete ya! El problema es que ahora la corná sí es gorda...