David Fuster suma y sigue

La historia suele ser cíclica y tiene tendencia a repetirse, con mayor o menor fortuna para sus protagonistas. Una semana después del palo sufrido la jornada anterior, Elche y Nàstic buscaron romper la dinámica de la semana pasada para reiniciar su andadura y recuperar las buenas sensaciones. Sólo los ilicitanos lo lograron, mientras que los de Ferrando encadenaron, por primera vez esta temporada, dos derrotas seguidas. Una racha que deja a su equipo más cerca del descenso que del ascenso. David Fuster hizo de Geijo y Rubén, siete días después, al mismo tiempo. Marcó el primero y originó el segundo. Con el gol de ayer, suma nueve. Va de jugador total y a este paso, al menos para él, la Primera División puede estar más cerca.

El Nàstic sólo ofreció sensación de firmeza durante los primeros minutos. Siguiendo las instrucciones de su técnico, los visitantes manejaron la pelota y trataron de marcar el ritmo del partido. El Elche, por su parte, demostró haber aprendido de los errores y en lugar de ir desde el principio a por el rival, armó bien su defensa para asestar sus golpes a la contra. Los catalanes se perdieron con mil y un pases en horizontal pero sin apenas crear peligro. Y es que cada vez que avanzaban metros, N'Gal o Víctor perdían la oportunidad de poner en aprietos a Willy cayendo una y otra vez en el fuera de juego. La tela de araña dibujada por Claudio y liderada desde atrás por Fernando Niño surtió efecto.

Como ocurrió la semana pasada ante el Levante, pero con el Elche como protagonista, el dominio del juego estuvo reñido con el gol. Tras un aviso de falta de Saúl, emergió la figura de David Fuster para conducir una jugada que terminó con un potente derechazo desde la frontal del área que acabó en el fondo de la portería de Rubén Pérez. En la siguiente acción, una pérdida de balón de Acciari acabó en las botas de N'Gal. Willy rechazó su disparo y Víctor Casadesús, solo y a portería vacía, envió fuera. Poco más hasta el descanso. Sólo destacar la lesión de Raúl Fuster, que obligó a Claudio a colocar al central Olmo como lateral zurdo en la segunda parte.

Tras el descanso, el Nàstic se diluyó como un azucarillo y no logró sobreponerse al gol franjiverde. Ni con los cambios mejoró el decorado. Y eso lo aprovechó el Elche para sentenciar. David Fuster dibujó una jugada que Miguel controló en el área de manera magistral para dejarle el gol en bandeja a Saúl. Ahí terminó el partido, pese a que todavía quedaba media hora. De ahí hasta el final, sólo quedó el morbo de volver a ver a Moisés pisar el Martínez Valero. Su equipo estaba muerto en el campo y su presencia fue testimonial. Jandro y Víctor tuvieron dos buenas oportunidades pero ayer no fue el día del Nàstic. Sí el del Elche, que suma y sigue.