A cuartos sin despeinarse

E l Betis ya está metido en los cuartos de final. Desde hace unos años, ha cogido la buena costumbre de dar siempre la cara en la Copa del Rey. Desde hace bastantes temporadas, nunca ha sido eliminado por equipos inferiores y siempre se planta en rondas importantes. Por eso, en esta ocasión no iba a ser diferente. El Real Unión llegaba con la vitola de haber derrotado al Real Madrid en la ronda anterior. Le había marcado seis goles en dos partidos (tres de ellos en el Bernabéu) y le había dado la estocada de muerte a Bernd Schuster. Y ahora, la pregunta es la siguiente: ¿Cómo fue posible que este equipo derrotara a los madridistas? Se trata, sin duda, de un conjunto con mucho coraje pero la diferencia de calidad con un Primera es realmente abismal y el Betis, a pesar de su situación en la tabla, tiene tres o cuatro hombres de los más destacados en la máxima competición española.

Al igual que pasó en la ida, el Betis optó por un juego práctico por encima de lo estético. Controló el partido, sabedor de que su rival tenía que salir a por todas, y contó con las mejores ocasiones, hasta cinco mano a mano con el portero, para haber terminado con una goleada de escándalo. Pero no fue así. Pavone y Damiá, que fueron de los más destacados del encuentro, fueron también el ejemplo de que el Betis sigue sin puntería de cara al gol. No obstante, el argentino realizó un derroche de fuerza, garra y pelea, lo cual le sirvió para llevarse una de las mayores ovaciones de la noche. En una de esas jugadas, el Tanque se introdujo en el área y puso el balón atrás, como mandan los cánones, para que Arzu batiera a un muy acertado Otermin. Si alguna vez hubo dudas de quién pasaría a cuartos, con esto quedó resuelto.

A partir de ahí, los de Chaparro se dedicaron a sestear. Sólo destacaron las acciones individuales de Emaná. El Real Unión, por su parte, pudo igualar el partido, pero ahí apareció un magistral Ricardo, que realizó varias paradas espectaculares. Sin duda, la portería ya tiene dueño.

Los verdiblancos salen fortalecidos, al igual que Chaparro, que se llevó los aplausos de la afición (los pitos fueron para Xisco). El Mallorca espera en cuartos.