El Athletic refuerza su apuesta copera

El equipo bilbaíno solventó rápido una eliminatoria que ya tenía en franquía tras el 1-1 que puso Fernando Llorente en el descuento en la ida en el Reyno de Navarra. Hoy han sido Igor Gabilondo e Ion Vélez los que han propiciado que el conjunto rojiblanco siga instalado en la buena racha que le mantiene invicto en los últimos ocho partidos. Además, han añadido aún más ilusión en el entorno del club en una competición en la que goza de un histórico protagonismo y para la que parece juramentado esta temporada.

El Athletic solventó el partido y la eliminatoria en apenas un cuarto de hora y después supo salir indemne de los momentos malos por los que pasó, casi todos en el último cuarto de choque. El peor, el claro penalti de Gabilondo a Portillo en el minuto 72 que Gorka Iraizoz le detuvo posteriormente al ariete del equipo rojillo. Abrió el marcador el conjunto bilbaíno ya para el minuto 5, gracias a un precioso disparo desde la frontal que enganchó Gabilondo tras varios rechaces en el área defendida por Ricardo.

Amplió diferencias Vélez doce minutos después en una jugada afortunada. El delantero local centró sobre el punto de penalti y Josetxo, intentando desviarlo, introdujo el balón sobre su portería. Se acomodó el Athletic a la cresta de la ola que ha cogido de dos meses para acá y completó uno de sus mejores partidos en casa de la temporada, sobre todo en el primer tiempo.

Así, fue arrinconando cada vez más a Osasuna en torno a Ricardo y aproximándose a un 3-0 que no llegó. Algunas de las jugadas de Llorente en ese tramo merecieron mejor final. Sobre todo un impresionante acción individual por la línea de fondo (min.33) en la que, primero, dejó en evidencia la velocidad de Cruchaga y, después, un perfecto pase a Vélez, que controló bien pero acabó enredándosele. La segunda parte siguió al principio por la misma línea, con especial protagonismo de un inspirado Gabilondo, pero tras penalti cambió de dinámica y Osasuna buscó más meta de Iraizoz. Le dio el equipo navarro algún susto a la entregada parroquia local, pero no consiguió su objetivo.

Así, fue el Athletic el que se clasificó para cuartos de final, donde se medirá al Sporting de Gijón, reforzando una apuesta copera que Joaquín Caparrós dejó claro de inicio echando mano ya desde el partido de ida con el bloque titular con el que cuenta en liga.