"Llevo con mucho orgullo el apellido de mi tío Quini"

¿Cuánto pesa el apellido Castro en una familia de grandes futbolistas?

Pesado no es. Todo el mundo se refiere a que si el hijo de Jesús o el sobrino de Quini... pero lo llevo bien. Llevo con mucho orgullo el apellido.

¿Las comparaciones son odiosas?

Sí. La gente siempre comentó o comenta que si eres el hijo de tal, te comparan con tu padre o que si no eres tan bueno... Creo que esas comparaciones no se deben hacer. Cada uno es diferente y las épocas son diferentes.

¿Abre o cierra puertas el ser "hijo de" o "sobrino de"?

Mucha gente piensa que abre más que cierra, pero, en mi caso, considero que no ha sido así.

Su padre no quería que fuera portero...

De pequeño, en el fútbol sala empecé de delantero y mi padre me animaba porque no quería que fuera portero. Nos decía que siempre se llevaban lo peor, tanto a mí como a mi hermano; pero, bueno, al final yo quería jugar de portero y con los amigos, cuando iba a jugar a la calle, siempre me llevaba los guantes.

Con todos los problemas que sufre el Ciudad, ¿le sorprende la temporada que están haciendo?

La verdad es que sí. Con todos los problemas económicos, las lesiones y todo... Llevar la temporada que estamos llevando es importantísimo. Nos estamos centrando en entrenar y jugar, dejando al lado otras cuestiones y ahí están los resultados.

La oportunidad llegó en la peor situación posible para un portero; saliendo en frío y con un penalti aguardando.

Realmente fue un momento complicado para mí, porque sin calentar tienes que salir, enfrentarte a un penalti y saber que no tienes el ritmo de competición, ya que sólo había jugado el partido de la Copa. El hecho de que fallaran el penalti me dio más ánimos, y con el paso de los minutos ya me fui encontrando cada vez mejor.