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copa del rey | espanyol 1 - poli ejido 0

El Espanyol pasa inmerecidamente a cuartos de final

El Espanyol encarriló pronto el partido. Como en los últimos encuentros, el conjunto de Barcelona sacó provecho de una jugada de estrategia, el único argumento ofensivo que parecen tener los de Mané. Un córner muy cerrado servido por Luis García lo aprovechó Román Martínez para adelantar a los suyos.

<strong>MUCHOS APUROS.</strong> El Espanyol sufrió mucho más de lo previsto para eliminar al Poli Ejido.
MUCHOS APUROS. El Espanyol sufrió mucho más de lo previsto para eliminar al Poli Ejido.AS

Un gol de Román Martínez dio la victoria y el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey al Espanyol que sufrió demasiado para derrotar al Poli Ejido. El Poli Ejido mereció mejor suerte por el juego desplegado y las oportunidades malogradas.

El Espanyol encarriló pronto el partido. Como en los últimos encuentros, el conjunto de Barcelona sacó provecho de una jugada de estrategia, el único argumento ofensivo que parecen tener los de Mané. Un córner muy cerrado servido por Luis García lo aprovechó Román Martínez para adelantar a los suyos.

Sin embargo, el tanto no tuvo el efecto deseado ya que los nervios y las imprecisiones hicieron acto de presencia en el bando catalán. El Poli Ejido, en cambio, tiró las líneas hacia adelante y comenzó a crear bastante peligro gracias a la excelente actuación de su delantero Molina.

El espigado atacante probó a Cristian Álvarez con un remate flojo de cabeza. Poco después, el guardameta argentino le ganó un peligroso mano a mano que acabó con un disparo muy ajustado de Juli. El conjunto andaluz dominó el partido a su antojo e hizo méritos sobrados para lograr la igualada.

Las supuestas diferencias entre ambos conjuntos no se percibieron sobre el terreno de juego. Todo lo contrario. El Espanyol, demasiado nervioso por los últimos resultados, fue incapaz de plasmar su superioridad ante un rival que jugó con mucha soltura, criterio y alegría. Los visitantes merecieron más.

La grada no se reprimió y mostró su enfado por el desconcierto defensivo de los barceloneses y las continuas imprecisiones. Un remate lejano de Sergio Sánchez aplicó momentáneamente la ira de los aficionados, que vivieron con más tranquilidad los compases finales de la primera mitad.

Mané movió pieza en el descanso y dio entrada a Óscar Sielva, que dio más consistencia al centro del campo. De todas maneras, la primera acción de peligro tras el intermedio corrió a cargo del Poli. Robles estuvo a punto de igualar la contienda, pero Beranger salvó el empate.

El Espanyol jugó con algo más de criterio, pero sin la suficiente claridad como para imponer el ritmo que más le convenía. Las escasas aproximaciones llegaron siempre a la contra. Callejón, Ángel y Nené merodearon el área visitante con cierto peligro, pero sin peligro. El Poli, que acabó ovacionado por la grada, perdió algo de fuelle, aunque no la esperanza de lograr el empate y continuó saliendo al ataque con intención. Los de Lucas Cazorla apuraron sus últimas opciones con la entrada de Cascón, otro delantero centro. Los de Mané vivieron momentos muy angustiosos.

El Espanyol sufrió lo indecible para administrar su renta. Los once jugadores acabaron encerrados en su campo y achicando balones. La imagen ante un Segunda División B fue penosa, pero el tanto de Román dio el pase a los cuartos de final donde, probablemente, se cruce con el Barça. Demasiado premio.