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Liga BBVA | Racing 1 - Recreativo 1

Alcaraz maniató a Zigic y a Muñiz

Su planteamiento mereció la victoria. Pereira adelantó al Racing con un gol de clase. Camuñas, empató tras burlar a Luccin. Garay, lesionado.

<b>EMPATE Y GRACIAS. </b>No fue el mejor partido del Racing en su feudo. Al final, los jugadores de Muñiz se llevaron un punto. Valera despeja el balón ante un onubense.
EMPATE Y GRACIAS. No fue el mejor partido del Racing en su feudo. Al final, los jugadores de Muñiz se llevaron un punto. Valera despeja el balón ante un onubense.

Lucas Alcaraz superó ayer a Muñiz en la batalla de las pizarras y, por extensión, el Recre hizo más cosas y mejor que el Racing. Por eso no mereció el mismo premio que su adversario. El técnico verdiblanco no encontró la llave para superar el perfecto entramado que organizó el entrenador andaluz que, de haber ejercitado un poco más el acierto en los metros finales, hubiera merecido llevarse la victoria de la que fue su casa.

Alcaraz pasó por encima a su criticado homólogo en el planteamiento previo del partido. Sobre todo en torno a Zigic y a su altura. El míster del Recre rodeó al serbio, cubrió con inteligencia la segunda jugada y arropó a su zaga con el estratega Barber. Mientras, el patrón del Racing no supo inculcar que el centro al área, desde la banda y no frontal, era el mejor camino para buscar a Niko y que los balones peinados ahora están de moda. También, Alcaraz estuvo más fino en las soluciones a los problemas que surgieron. De ahí que, con el empate a uno, el Decano dio mayor sensación de peligro y el Racing de agotamiento físico y mental.

Movimientos.

Muñiz dejó de entrada a Colsa en el banquillo y apostó por la dupla Lacen-Luccin. Y ahí pareció atinar. Nadie se quejó, ya que Gonzalo no atraviesa por su mejor momento. De la pareja titular, el primero cumplió con nota y corrobora lo que ya apuntaba: es indiscutible en este equipo por el ritmo que imprime a la presión y por deméritos de sus competidores. El segundo, Peter, naufragó e hizo navegar a la deriva a sus compañeros. Es lo que tiene jugar mal en el puesto con más importancia. Luccin es un gran jugador pero brilla si los suyos poseen el cuero y sufre como nadie si han de robárselo al rival. Es más, recuerda al típico caso de un superdotado que sobresale cuando entra como revulsivo y los focos se centran en él, pero se acomoda y bosteza cuando se asienta en la titularidad. De la Peña o Guti saben de lo que hablo. El francés fue el más criticado por su error en el gol del Recre y por sus continuas pérdidas de balón. Muñiz, sin embargo, decidió mantenerle cuando entró Colsa. El sacrificado fue Lacen. El técnico tendrá sus motivos tácticos (más dirección y una referencia clara para ir de banda a banda) pero la grada volvió a restarle puntos del carnet de simpatía.

El Recre aprovechó la decisión y acentuó más su dominio. Se adueñó del balón, lo trató con criterio y profundidad. Sólo careció de remate. Aunque antes de esa batalla ganada en la medular, también fue mejor. Únicamente el gol de Pereira, que adelantó a los locales con un zarpazo asilado y de bandera, pudo cambiar el rumbo del partido. El gallego se desmarcó con la velocidad que le distingue y aprovechó el pase en profundidad de Serrano para picar el balón por encima de la salida de Riesgo. Pero fue un espejismo. Ahí se acabó el peligro de un Racing obsesionado con enlazar cuanto ante con Zigic, al que nadie le puso un centro preciso. Aunque lo intentaron. El problema es que ése no es el fuerte de Serrano y Munitis, que sí tiene calidad para hacerlo, debe recortar para acomodarse el balón a su pierna buena frenando así a los rematadores. Menos mal que tanta inoperancia ofensiva era corregida por la enésima exhibición al corte de César Navas y Marcano.

La clave.

Quizás la diferencia entre el Recre y el Racing estuvo en la ambición. Así, queda como resaca que el empate de Camuñas antes del descanso fue escaso para su atrevimiento. Precisamente, el ariete fue el mejor y sacó los colores a Luccin en su tanto y a todo aquel que le retó en el uno contra uno. Morris pareció Cafú, Colunga evidenció que la velocidad en una delantera es vital en estos tiempos y el conjunto onubense al completo demostró que su lucha por la permanencia jamás menguará. Por su culpa, El Sardinero, que esperaba una fiesta por la vuelta de su hijo prodigo, se fue alzando las armas y con muchas dudas; sólo amainadas por la tranquilidad que marca la tabla. Tras la Copa en Valencia, al Racing le espera Casquero en Liga. O ensaya más como se baila con Zigic o se pisará los dedos.

El detalle. Garay se fue lesionado

Garay fue sustituido en el descanso por Oriol al sufrir un tirón muscular en el recto anterior de su cuádriceps derecho. El argentino se resistió tras un estiramiento en el partido y los médicos tuvieron que atenderle en la primera mitad. Hoy pasará unas pruebas pero todo indica que tiene una rotura de fibras. Será baja en Valencia y puede que alguna semana más.