Con Geijo y Rubén bastó

El último derbi valenciano de la primera vuelta tuvo color azulgrana. Tuvo que ser el Levante de Luis García quien propició la primera derrota de la era Claudio en casa. Y de manera justa. El conjunto ilicitano vio cómo su adversario anuló sus ideas y tapó cualquier vía de peligro para llegar a la meta de Mora. Geijo y Rubén se bastaron para superar a un Elche que volvió a poner los pies en el suelo con esta derrota. El Levante mira al horizonte.

Durante los primeros instantes, el juego estuvo marcado por el respeto. Como si de una partida de ajedrez se tratara, los compases iniciales sirvieron para que los dos técnicos, buenos conocedores del manual del contrario, ocuparan sus peones en presionar la salida del adversario. El Levante, con una defensa muy adelantada, ahogó las ideas del Elche tapando a su jugador con más talento y peligro, David Fuster. Aunque la pelota circulaba más por las botas del equipo de Claudio, los de Luis García fueron los que mejores oportunidades dispusieron. Antes del primer tanto, un córner de Rubén fue cabeceado por Iborra al larguero. Hasta el gol, los granotas no volvieron a pisar el área de Willy mientras que el Elche tuvo una buena ocasión a la que Bolado no llegó tras un buen pase de Saúl. El primer tanto, con el que el Levante encarriló la victoria, llegó a la media hora de partido gracias a un pase de Rubén desde la banda izquierda que Geijo controló en el área y aprovechando la pasividad de Samuel se dio la media vuelta para batir a Willy. De ahí hasta el descanso, el Elche jugó precipitado y el Levante se limitó a defender su renta.

Tras el paso por los vestuarios, la dinámica local no mejoró y el arranque del acto decisivo resultó revolucionario para el Levante, que en los diez primeros minutos puso contra las cuerdas al Elche. La defensa hizo aguas y Geijo campaba a sus anchas por las inmediaciones del área franjiverde. Iborra, Xisco, con un balón al palo, Tena y el propio Geijo pudieron marcar el segundo, pero sólo la fortuna libró al Elche de un nuevo revés.

Con el equipo local desarbolado y sin ideas en la zona creativa, Claudio trató de sacudir el árbol buscando los frutos. Apostó por la velocidad de Benítez y el oportunismo de Dani, pero con los nuevos protagonistas tampoco cambió el escenario. Más bien, todo lo contrario. En el 63' llegó la jugada decisiva. Geijo cogió la pelota en la frontal del área y se fue de cuantos defensas le salieron al paso. Tras deshacerse de Willy, Óscar Rubio no tuvo más remedio que derribarlo. El árbitro señaló penalti y le expulsó. Rubén ejecutó la pena máxima y 0-2. Los últimos minutos fueron un querer y no poder del Elche, que, con uno menos y el resultado adverso, tiró de corazón pero no fue suficiente.