Liga BBVA | Espanyol 2 - Almería 2
Nico 'Salvador' Pareja
Su gol en el minuto 94 evitó el triunfo del Almería.
Lo que vaya a pasar con el Espanyol al final de esta Liga está por ver. Cuántos periquitos lleguen vivos para contarlo, también. Este sufrimiento no es humano. ¡Es que no acaban de sentarse y su equipo ya pierde! Y para verlo empatar deben esperar al alargue. No han cometido pecado tan grave para merecer esta penitencia. ¡Qué horror!
Y sí. Llegan, se sientan, cuatro minutos y gol de Uche. Su equipo no tira a puerta hasta el minuto 40. El rival puede liquidar la cosa, pero no lo hace. Uche casi lo consigue, pero cabecea fuera. El 0-1 casi lo dan por bueno los de casa, esperando un segundo tiempo mejor. Si, si... Ni diez minutos más y 0-2, otra vez Uche. ¿Saben? Estuvo fichado por el Espanyol, pero recelaron de sus papeles y acabó marchándose. Nigeriano de nacimiento, se presentó con pasaporte portugués. Sonaba raro y le cedieron al Wisla polaco. Volvió y se esfumó. Nigeriano, portugués, polaco de adopción, en Montjuïc no ha habido un delantero como él, uno de esos africanos que llegan y te ayudan muchísimo.
El caso es que él solito puso el 0-2 en los dos primeros remates a puerta de su equipo y no hizo el tercero tras robarle la pelota a Kameni en una mala salida de milagro. Con la parroquia pidiendo la cicuta, Mané puso a Román. Que no será un rayo de rapidez pero tiene fútbol y eso no le sobra a su equipo. Con Román en el campo, el Espanyol jugó mejor y el Almería fue desdibujándose. Román cazó una pelota que no pudo blocar Alves y puso el 1-2. A partir de ahí su equipo mandó. Sin claridad ni contundencia, pues desde que se lesionó Tamudo hace dos meses ni un delantero españolista ha conseguido marcar. Pero mandó.
Román.
A base de corazón, que será siempre el clavo al que se agarran los equipos sin duende, el de Mané (tres puntos de quince jugados lleva el vasco) se fue hacia adelante. Coro falló un gol que se cantaba, pues envió alto un remate cerca de la portería aunque escoradillo a la derecha. Pellerano salvó bajo palos un tiro de falta de Luis García. Para entonces, el equipo de Hugo se había equivocado del todo. Dejó de ser el bloque bien plantado y ambicioso del primer tiempo y se echó hacia atrás fiándolo todo a una buena defensa y al contragolpe decisivo. Se acomodó, como hacía Hugo en el Camp Nou, y lo pagó caro.
Le pasó que en el largo alargue de siete minutos (pueden haber alargues cortos), Bruno cuerpeó a Luis y le pitaron una falta que protestó amargamente. Igual se lo vio venir. Pareja, buen lanzador, la ejecutó con maestría. Fue el 2-2 y el suspiro periquito se oyó hasta en Almería, donde suspiraron pero al revés. Por dos puntos que se esfumaron cuando estaban en el bote. 2-2. ¡Lo que queda por sufrir!