Liga BBVA | Deportivo 1 - Sevilla 3
Kanouté y la fe del Sevilla matan el sueño del Depor
El malí lideró la remontada perdiendo 1-0 y con diez
El gran Sevilla, aquel que todos tenemos en la memoria, apareció ayer justo en el momento que el agua rozaba el cuello de Manolo Jiménez. Con diez, fuera de casa y con el marcador en contra, los hispalenses le dieron la vuelta al partido conducidos por un enorme Kanouté. El malí, que en teoría se quedó en el banquillo por unos problemas musculares, fue el recurso del angustiado Jiménez, y funcionó. Primero dio una asistencia de lujo a Luis Fabiano y luego repitió con Renato. La guinda para una noche de lujo y coraje la puso Capel al culminar un perfecto contraataque.
En A Coruña todavía se preguntan qué pasó. El Deportivo fue serio durante la primera parte. Se adelantó en el marcador gracias a la inspiración de Bodipo (lleva tres jornadas consecutivas marcando) y vio como una estupidez de Maresca les dejaba con superioridad numérica con 50 minutos de partido por delante. ¿Ansiedad? ¿Vértigo a las alturas de Champions? Es difícil saberlo, pero lo cierto es que los de Lotina dejaron pasar una oportunidad que quizá no vuelva a presentarse en su puerta.
Pero los tres puntos de ayer del Sevilla no son sólo de Kanouté. También los son de un Adriano que se multiplicó en la media y luego en el lateral, de un Luis Fabiano que casi explota cuando fue sustituido, de Romaric, de un Palop que tragó en el primer gol pero que salvó a su equipo con el 1-2... En definitiva, el gran Sevilla de antaño volvió en Riazor.