LIGA BBVA | MALLORCA 0 - REAL MADRID 3
El Madrid se instala en la confianza
El equipo de Juande Ramos consigue de forma solvente en Mallorca su primera victoria fuera de casa desde el 18 de octubre. Robben, Raúl y Sergio Ramos, los goleadores. Lass fue titular y Huntelaar sustituyó a Raúl en el minuto 71 y apenas entró en juego
Ganó el Real Madrid en Mallorca y dio un paso más en su recuperación como equipo de cara a los grandes retos que aún le esperan este año, la remontada en Liga y la conquista de La Décima. Sin concesiones a nada que no fuera ganar, los goles de Robben, Raúl y Sergio Ramos colocan una muesca más en el revólver de un Juande Ramos que, sin contar su prematuro estreno en el Camp Nou, no sólo sigue sin conocer la derrota sino que ofrece a un equipo sólido que no ha recibido un gol en la Liga desde que él ocupa ese banquillo.
El Mallorca encontró el infierno segundos después de haber podido tocar el cielo. Con el Madrid ajustando aún los bornes del equipo, Martí ejecutó un saque de esquina que fue rematado por Nunes y atrapado por Casillas en la primera intervención de lo que parecía iba a ser el ya clásico asedio inicial al guardameta madridista. No fue así. En una acción fulgurante, Casillas puso el balón en el centro del campo para el regresado Higuaín. Éste, con todo el Mallorca corriendo para atrás, se la puso a Robben en la banda para que, con su velocidad, se presentara solo en el borde del área y batiera a Aouate por bajo.
En apenas dos minutos y medio, el partido se había puesto en unas condiciones inmejorables para el Madrid. Ayudó también el Mallorca. Acuciado por la clasificación y quemado por la falta de respuesta, Manzano dispuso una defensa de cinco que acusó la falta de ajuste y que no sólo no supo nunca parar las variantes madridistas ofensivas (Raúl-Higuaín-Robben) sino que regaló el centro del campo al siempre solvente Gago y a un Lass que vivió muy cómodo en la distribución sin tener que esforzarse en el quite.
Con todo, el Madrid realizó un ejercicio de confianza, intrascendente quizá para el partido en Mallorca, pero muy beneficioso para el futuro blanco a medio y largo plazo. Una confianza apuntalada en la fe en un sistema equilibrado desde que Juande se entregó al 4-4-2 clásico. Un sistema protegido por gran defensa de los últimos tiempos (Ramos-Cannavaro-Pepe-Heinze), armado con un doble pivote que sin lucir no arriesga (Gago-Lass), unas bandas ocupadas con sacrificio y velocidad (Sneijder-Robben) y una punta de ataque que sin dejar el gol inicia todo el sistema de presión y defensa (Raúl-Higuaín).
Convencido de la buena letra, el Madrid no se dejó ir por el tanto inicial y mantuvo firme a una Mallorca desconcertado y sin respuesta. Mucho más cuando Raúl marcó de tacón el segundo tras aprovechar una gran jugada de Higuaín. Celebró así el capitán su partido número 500 en Liga y su decimotercer gol esta temporada, lo que le pone en los buenos números que ya firmó el año pasado el eterno siete blanco.
La puntilla
Fue la puntilla para el partido. Para el Madrid porque se supo ya ganador y se dedicó a consolidar su solvencia. Para el Mallorca porque se dio cuenta de que podría estar dos días enteros jugando sin poder marcar. Y para Casillas porque entendió que iba a vivir su partido más tranquilo desde que ascendió al primer equipo.
La segunda parte no trajo sensaciones nuevas a Son Moix. Manzano puso a Jurado en el campo, pero no varió el sistema, lo que prolongó la agonía de un equipo que pedía ya a gritos los tres pitidos finales de Undiano Mallenco. Juande, por su parte, pidió a sus hombres la misma exigencia, lo que mantuvo un desequilibrio que se acentuó con el tercer tanto madridista.
Pudo haber sido Robben, en una jugada calcada a la de su primer gol que se fue al palo, pero fue Sergio Ramos en la acción inmediatamente posterior con una volea espectacular tras pase de Gago. Un gol que no sólo da al Madrid una victoria convincente (la primera lejos del Bernabéu desde el 18 de octubre) sino que lo deja instalado en la confianza y en la segunda posición de la tabla tras el Barça.