Liga Adelante | Las Palmas - Córdoba
Márquez quiere que el Córdoba sea el siguiente
El punta, conocido en el Califato, amenaza con su olfato
Marcos Márquez acabó 2008 como emperador del gol en Segunda División. Nadie reventó redes como él. Y 2009 lo inició a lo grande en Salamanca. Hizo otro y a punto estuvo de apuntarse a la antología con una espuela que evocó arte del bueno. Noticia saludable para la Unión Deportiva y no tan conveniente para un Córdoba que conoce bien las mañas del atacante sevillano. Por tierras del Califato anduvo, no con tanta suerte Márquez. Allí no echó raíces y tampoco le trataron con el mimo y terciopelo que ha encontrado en Gran Canaria. Y como es un tipo agradecido, aquí se ha ganado el altar a base de ametrallar porteros y promediar un acierto en área contraria que ya quisieran muchos de su especie.
Márquez es uno de los nombres del partido que se libra esta noche entre dos equipos en curvas antagónicas. Vidales y su gente se han abonado a la fiesta. Luna Eslava gestiona una suerte de manicomio. Sus futbolistas han perdido el hábito de ganar y se mueven en el alambre retando al drama. El contraste sugiere un pronóstico claro en favor del dueño de la casa pero en el Córdoba hay peloteros acreditados, gente que conoce el oficio y domina el vértigo. La advertencia es tajante en el vestuario local: confianzas prohibidas frente a un enemigo que puede romper costuras cuando menos se espera.
El duelo invita y, aunque se anuncia un encuentro en anestesia, con ritmo acompasado y sin mucha electricidad, hay notas que auguran intercambio de golpes como es uso y costumbre en esta categoría. Sin perdón, a traición y haciendo sangre del que más debilidades ofrezca. Noventa minutos para valientes.