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Copa del Rey | Sevilla 2 - Deportivo 1

Jiménez salva el primer match-ball

El Sevilla, que pudo sentenciar la eliminatoria, viajará a Riazor con un resultado demasiado ajustado. Luis Fabiano, Capel y Omar Bravo anotaron los tantos. Valerón fue ovacionado por el público del Pizjuán al ser sustituido.

Jiménez salva el primer match-ball
Reuters

El Sevilla salía con todo. Once de gala para salvar la cabeza de un Jiménez discutido con una facilidad inusitada. Lotina por su parte jugaba a ser Guardiola, cambiando su once casi por completo. Confiaba en aprovechar la racha del equipo, que los suplentes se contagiaran, pero el tiro le salió por la culata. En realidad, y sabiendo todo esto desde bastante antes del encuentro, había pocos motivos para que el nerviosismo se adueñara de un Sánchez Pizjuán (con escasa entrada por cierto) que necesita creer en un equipo que no se merece tantas dudas.

El Depor, aún siendo el equipo revelación y atravesar un gran momento, está lejos de ser un conjunto que pueda permitirse tantos lujos, y el encuentro tuvo más bien poca historia. Realmente sólo la que el Sevilla permitió. Al cuadro hispalense le costó hacerse con los mandos del encuentro. Salió al terreno de juego excesivamente revolucionado, con garra pero sin ideas, incapaz de controlar el balón, de llevar el encuentro a su terreno. El partido era un corre calles, de un lado a otro sin parar, sin que existiera el centro del campo, algo que le venía muy bien al Depor. Bajó la batuta del genial Valerón, los gallegos supieron adaptarse mejor en los primeros minutos, incluso pudieron adelantarse en el minuto 16 con un tiro de Colotto que Palop desvió de manera espectacular.

El toque de atención le bastó al Sevilla. De súbito los locales se transformaron. Duscher, con la ayuda de Maresca, ahogaron al crack de Arguineguín, a quien el físico no acompaña al nivel de su clase. Capel y, sobre todo Navas ampliaron el campo e iniciaron un acoso constante. El Sevilla comenzaba a parecerse a si mismo, pero le faltaba el gol para matar el último atisbo de ansiedad. El premio llegó a balón parado. Luis Fabiano, tuvo de nuevo un regreso triunfal, aunque contó con la inestimable colaboración de Fabricio y su barrera. La jugada fue un desastre, el guardameta colocó mal el obstáculo, y luego éste se abrió dejando huecos por todas partes. Demasiadas facilidades para el brasileño. El gol dio alas al Sevilla, que tenía ante si a un rival noqueado. Antes del descanso Diego Capel aumentó la renta tras cabecear un centro de Navas. De extremo a extremo y tiro porque me toca.

El Sevilla perdona y Omar no perdona

En la reanudación el ritmo del encuentro bajo. Unos, por tener el trabajo ya casi hecho, y otros por pura impotencia, parecieron llegar a un acuerdo para postergar las hostilidades hasta la vuelta en Riazor. El Sevilla entregó el balón al rival, que nunca supo muy bien que hacer con él. Lotina suprimió las bandas con la entrada de Omar y Juan Rodríguez por Pablo Álvarez y Cristian, y los blanquiazules se encontraron en un atasco monumental por el centro de su ataque.

Sólo los destellos contados de Valerón dieron algo de luz durante muchos minutos al juego ofensivo de su equipo. Por su parte, el Sevilla se gustaba a la contra. Luis Fabiano tuvo la mejor ocasión para su equipo, pero su disparo se marchó desviado por la derecha. Con el paso de los minutos el Depor se vio con posibilidades, más que nada por verse siempre rondando el área de Palop, y el Sevilla seguía agazapado, alimentando la fe del contrincante y dando por bueno el marcador.

A nueve del final el Sevilla recibió el castigo de quien puede hacer mucho más pero decide dejarlo para otro día. Riki conecta con De Guzmán, que pilla despistada a la zaga sevillista, y el canadiense pone un gran centro que Omar Bravo empuja al fondo de la portería de Palop. El Sevilla se encontraba ya casi sin tiempo para la reacción. Lo intentó. Un tiro de Kanouté al borde del final estuvo a punto de sorprender a Fabricio, poco después Adriano estrelló el balón contra el larguero. La suerte era en esta ocasión esquiva.

El encuentro nos dejó una última guinda, la despedida que dedicó el público sevillista a Juan carlos Valerón, que como ayer hiciera Messi abandonó el terreno de juego entre los aplausos de la afición rival. La eliminatoria viaja a Coruña completamente abierta, aunque el próximo duelo entre ambos equipos será el próximo sábado, con el Depor tratando de adelantar al Sevilla en Liga. Que Jiménez no se descuide.