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Riera

"Todo el Liverpool es un monumento al trabajo bien hecho"

Albert Riera (Manacor, 1982) brilla en el Liverpool, con el que ayer marcó un golazo en Copa. Llegó en agosto desde el Espanyol y es fijo en las alineaciones de Benítez.

Tomás Guasch
Riera

Lo primero: ¿qué le pasó al jefe Gerrard en aquel pub?

Que algunos aquí cuando beben, ¡uff! Steve es un tipo tranquilo, tímido incluso, nada violento. Parece que el contrario era un hincha del Everton...

En fin...

Una traca, todo muy desagradable.

Al contrario que el equipo, que está que se sale.

Es que tenemos un equipazo. Dos jugadores por puesto, muchísima ambición, un vestuario unido y fuerte de cabeza y piernas, un entrenador que contagia las ganas de trabajar, de ganar... El Tottenham nos eliminó de la Carling, la segunda Copa en importancia aquí, y se enfadó muchísimo. Aquí quieren ganarlo todo.

Y en Madrid. Este primer domingo del año se lo queremos dedicar a esa eliminatoria, la primera gran cita de 2009.

La cosa está al cincuenta por ciento.

Ya estamos rajando.

¡Oiga, es que es la verdad! Bueno, digamos que tendremos una ventaja: la de jugar la vuelta en casa. Por eso luchamos para ser primeros de grupo. Lo demás es parejo.

Pues para muchos, el Liverpool es el favorito.

También iba a meterle nueve el Barça al Madrid en el clásico y no marcaron hasta el minuto ochenta y pico. El partido de ida aclarará muchas cosas. Lo que también le digo es que hoy por hoy es muy difícil ganarnos. En casa y fuera. Sorprendernos es complicado, en Anfield no pierde el Liverpool desde hace un año. Atacamos siempre y mucho. Hubo partidos que creamos quince y veinte ocasiones de gol, tiramos quince córners... Lo mejor del equipo es su confianza. Benítez hizo varios cambios en Newcastle y les metimos cinco.

¿Qué resultado necesita un visitante para viajar abrigado a Anfield, un 2-0?

Es que yo no me veo perdiendo por 2-0 en el Bernabéu. Nuestra mentalidad nos exige ganar siempre. Hombre, esa diferencia sería buenísima para ellos, pero no me planteo la derrota... ni en el Bernabéu. Respeto muchísimo al Madrid, pero me fío de mi equipo.

El Madrid hubiese preferido otro adversario. ¿Y ustedes?

Todos queríamos al Madrid.

¿Cómo lo interpretamos?

Por jugar en el Bernabéu, porque no le tenemos miedo a nadie, porque no podremos dormirnos: tiene más peligro un equipo con menos nombre. Frente al Madrid estaremos enchufadísimos...

Sobre todo Torres.

Normal... Le estamos esperando con los brazos abiertos. Es fundamental y estará bien para el Bernabéu.

¿Conoce a Lassana Diarra?

No, pero sé que es bueno. Buen fichaje para este Madrid tan golpeado por las lesiones.

¿Qué le gusta del Madrid?

El carácter de Sergio Ramos, su manera de jugar. ¡Nos veremos las caras, ja, ja! Robben es un jugador magnífico, Higuaín mete goles, Raúl es el de siempre... ¿Qué mejor se puede decir de él?

Él se quedó sin Eurocopa y usted, también. ¿Fue el peor disgusto de su vida?

Lo fue. El fútbol, amigo...

¿Vio los partidos o apagó la tele?

Los vi todos y me alegró nuestro triunfo, claro.

¡Ah, aquel partido en Dinamarca!

El del 1-3, el que había que ganar para resolver la fase de clasificación. Ése es mi gran recuerdo de la Eurocopa.

Luis fue su entrenador en el Mallorca. ¿Le explicó por qué le dejó fuera de la lista final?

Me hizo debutar en Primera, en efecto. Y no, no me llamó para nada. Esto es así: a nadie pido explicaciones cuando juego, a nadie tampoco se las pido si no lo hago. El año que viene habrá Mundial, la mejor ocasión para mi revancha.

¿Llegó usted a su nuevo club y qué le sorprendió?

El sentimiento red: viene gente de todas partes a ver al equipo. El amor que cualquier empleado siente por su club: te lo contagian en tres días. El vestuario, la línea que marca la gente que lleva muchos años aquí y cómo transmiten la idiosincrasia del club a los nuevos. Yo venía de pelear en la media tabla con el Espanyol, de aspirar a un puesto en la UEFA. Me sorprendió cómo se enfadan aquí cuando las cosas no salen bien... y de eso ha habido poco. El ambiente te obliga a luchar por ser mejor cada día. En lo deportivo me sorprendieron los centrales.

¿Y eso?

Es que son muy buenos. El joven Skrtel es el que más me impresionó. Es como si llevara toda la vida en esto. Hyypia habrá jugado 700 partidos y tiene un nivel de juego y de compromiso enorme. A Agger le quiere el Milán, pues acaba contrato en junio. Carragher es el Gerrard de atrás, el red de toda la vida. Los dos llegaron al club siendo niños y lo llevan en las venas. Son cuatro centrales buenísimos, una garantía. hay equipos de postín que no tienen siquiera uno como ellos. Y además tienen a Pepe Reina a su lado.

¿Pepe o Casillas?

Son los dos mejores porteros ahora, están en la Selección, considerada como la mejor del mundo. Pepe ha crecido muchísimo en el Liverpool.

¿El jugador más en forma es Xabi Alonso?

Está jugando como lo que es: un fenómeno. Un jugón que además es alto y fuerte. Va de cabeza, domina eso que aquí llaman el tackling, que es nuestro meter la pierna fuerte y a por todas.

A Benítez le conocemos de sobra; a mí el que me pone es ese Sammy Lee. ¿A que es todo un personaje?

Lo es. Y el complemento ideal de Rafa. Sammy es la pólvora, el que pincha, Otro que te inculca lo que es el Liverpool. Sobre Benítez le diré que de la manera como vive el fútbol es difícil que le salgan mal las cosas. Lo tiene todo estudiado al dedillo y se refleja en el equipo, que tiene de todo: puestos doblados, delanteros que van por fuera y por dentro, mediocampistas capaces de crear y destruir... Todo el Liverpool es un homenaje al trabajo bien hecho, en el campo, en la grada, en los despachos...

¿Y la Premier es tan buena, usted que la ve de cerca?

Hoy el fútbol ideal se juega aquí: su ritmo, el ambiente en la grada, todo es muy atractivo. No hay comparación con España, donde se presta más atención al balón, hay más toque, menos ocasiones de gol en general. Son maneras distintas de interpretar el mismo juego.

Usted pasó hace dos años por el City, media temporada cedido por el Espanyol. ¿Por qué no se quedó allí?

Pues porque no me quisieron. El entrenador, Stuart Pearce, el actual seleccionador Sub-21 de Inglaterra, no quería jugadores de banda, pedía gente que jugara por dentro y me volví. A todo esto había llegado Ernesto Valverde al Espanyol, hablamos y me dijo que contaba conmigo. El City no ejecutó su opción de compra y me quedé en Montjuïc.

Se fue cedido porque Lotina, el técnico al que sucedió Valverde en Montjuïc, no contaba con usted. ¿Por qué?

No encajaba en su idea. Ponía cinco defensas y yo era el carrilero por la izquierda y eso no es lo mío. No hubo malos ni buenos. No encajaba en su plan de juego, sólo eso.

Con 21 años, el Mallorca lo traspasó al Burdeos. ¿Qué le dejó esa experiencia?

Un idioma, la primera vez que me iba de casa, un muy buen primer año y un mal segundo... Me fui porque el Mallorca necesitaba dinero, era el equipo que me había formado, no podía decirles que no. Iba a un club importante en Francia y el resumen es positivo. El primer año jugamos la UEFA. Estaban Celades, Pochettino, Caneira... El segundo la cosa fue peor, acabamos fuera de la UEFA y el equipo se deshizo.

Nos dijo Álvaro Arbeloa que usted habla francés e inglés y no se calla ni en la ducha.

Claro. Tengo esa ventaja y soy muy hablador. Hablo con todos porque es lo que hay que hacer en un vestuario. Eso favorece el buen rollo.

Hemos hablado del Mallorca, el equipo de su vida.

El primero, el de mi tierra... Acabaré allí porque nos instalaremos en Palma. Ya sabe que soy padre desde hace dos meses, Alejandra se llama mi niña. ¡Me tiene metido en casa más que en toda mi vida! Y encima, ahora hace frío en serio. Igual ese es el secreto del Liverpool, el frío que hace aquí. Corres o te mueres.

¿Y el Espanyol?

El club en el que más progresé. Y viví de todo empezando por mi primera suplencia. Estaba acostumbrado a jugar siempre y me tocó chupar banquillo, irme cedido buscando que me dieran bola...

¿Y aquella final de la UEFA con el Sevilla?

La recuerdo en positivo. Una cosa es que llegues y te metan cuatro y otra la manera como se decidió, el buen fútbol que jugamos... Si no nos llegan a expulsar a Moisés Hurtado de aquella manera tan rigurosa hubiésemos ganado. Aquel Espanyol era un gran equipo porque concretó un proyecto que supo mantener.

Por cierto: ¿qué tiene Manacor que todo lo que nace allí es bueno?

Es que tenemos de todo: instalaciones descubiertas, tapadas, facilidades para practicar muchísimos deportes. Rafa Nadal, el bético Xisco Muñoz, Elena Gómez, la primera gimnasta española que ganó el oro en un Mundial, mi hermano Sito, que está en Grecia... Todos son buenos y paisanos.

Sito jugó al fútbol con Nadal, ¿verdad?

Sí, en los infantiles del Manacor. Rafa jugaba muy bien, ya sabe la historia: un día debió decidir entre fútbol y tenis.

Y acertó.

No podía equivocarse: este juega bien a cualquier cosa.

Feliz año, Albert.

Igualmente para todo el AS. Nos vemos en febrero...