Liga BBVA | Real Madrid - Villarreal
Huntelaar sacará el rifle y Lass tendrá minutos
El Madrid cuenta con los refuerzos frente a un Villarreal temible.
No sabremos lo que son hasta que los veamos en el Bernabéu vestidos de blanco. Tocar un balón, devolverlo, correr, incluso respirar sirve. La apostura, el tranco, la pinta. Lo dice la historia: hay notables futbolistas que no encajan en el Real Madrid y hay jugadores que, sin ser excepcionales, se agigantan con esa camiseta y en ese estadio. Y a los requisitos técnicos se añade una exigencia estética que no reclama guapos ni rubios, sino un tipo de elegancia fogosa que encuentra su origen en el distinguido volcán de Di Stéfano, don Alfredo.
Huntelaar y Lass debutarán hoy frente a un público que acostumbra a emitir juicios radicales, amor o rechazo, aunque últimamente también explora los caminos de la resignación. Al examen de los debutantes se suma esta vez su condición de futbolistas invernales, caros, pretendidamente salvadores. Y desde esa perspectiva se intuye un conflicto. Permanece un ambiente de crispación en el entorno del club que, si hay tormenta, podría conceder protagonismo al sector de los impacientes.
En principio, Huntelaar es el único de los nuevos con opciones de ser titular. No se encuentra todavía al cien por cien y ese estado de forma provoca que Juande dude entre su alineación de inicio o durante el partido. En favor del holandés juega la baja de Higuaín, con amigdalitis. En su contra, su impuntualidad tras las vacaciones. Si Huntelaar arranca en el banquillo, Raúl ejercerá de ariete y Van der Vaart se moverá en la media punta, su posición más natural.
El caso de Lass resulta más claro: tendrá minutos en la segunda mitad y, aunque la similitud de las demarcaciones sugiere que Gago será el sustituido, no se puede descartar que otro relevo señale las preferencias filosóficas del entrenador.
Dibujo.
Al respecto de estas preferencias, hay que señalar que las incorporaciones todavía no cubren la ausencia de un jugador de banda que complete por otro flanco el peligro desbordante de Robben. Sneijder ocupará, de momento, ese espacio, aunque su instinto le conduce al centro.
El rival, no obstante, es lo que hace grande el debut de los nuevos y la reaparición de este Real Madrid reinventado. Porque el Villarreal representa la modernidad, el futuro, el éxito del fútbol sensato, paciente. Toda una novedad mundial.
El equipo de Pellegrini se presenta empatado con el Madrid en la clasificación y avalado por un magnífico rendimiento fuera de casa, donde ha conseguido más puntos (15) que en El Madrigal (14). De sus ocho salidas (cuatro victorias y tres empates), sólo ha caído en el Pizjuán (1-0).
Con las únicas bajas de Altidore y Javi Venta, el equipo aparece rutilante, con tres campeones de la Eurocopa en la alineación titular (Capdevila, Senna y Cazorla) y un surtido de delanteros afilados (Nihat, Rossi, Llorente y Franco).
Cazorla.
Es la presencia de Cazorla la que culmina el morbo del partido. El jugador fue pretendido por el Real Madrid en verano, cuando el fichaje de Cristiano Ronaldo se confirmó imposible. La operación se frustró con versiones diferentes. El Villarreal apeló a la fidelidad (generosamente renovada) del futbolista y el Madrid aseguró que, sin acuerdo entre clubes, prefirió evitar el pago de la cláusula (16 millones), considerado por Calderón como un acto hostil. Cazorla es, entre otras cosas, un jugador de banda.
El partido responde a la expectativa del primero del año, de la nueva vida. La enfermería del Madrid se aligera y Juande recupera a la defensa de acero: Ramos, Cannavaro, Pepe y Heinze. Marcelo no entró en la convocatoria. El Villarreal lucha contra ese equipo renovado y contra un racha nefasta que permite a Raúl acumular quince enfrentamientos sin derrota. Su esperanza es el talento y la paciencia, virtudes de la casa. Y la nueva vida.