El primer partido del año enfrenta a su equipo, el Rayo, con uno de sus ex, el Levante.

Eso me motiva todavía más. El Levante es un equipo al que llevo conmigo. Fue el primero en el que jugué como futbolista profesional y que me dio la oportunidad de dedicarme a esto del fútbol. Es un club al que quiero y en el que pasé tres temporadas muy buenas, aunque en la última hubo un descenso y líos. Allí coincidí con una gente sensancional y con un grupo en el vestuario que es difícil de repetir.

Pero en esta campaña juega en el Rayo.

Sí, el Levante queda lejos, aunque ya digo que le tengo un gran cariño. Ya llevo seis meses en el Rayo, donde también estoy encantado, y ahora los intereses son otros y esos pasan por que el Rayo empiece el nuevo año ganando.

El año 2008 concluyó para ustedes con una derrota en Elche, aunque la imagen que dio el Rayo en el Martínez Valero fue buena.

Eso ya nos está pasando demasiadas veces, sobre todo en los partidos de fuera, que jugamos bien pero que no acabamos de rematarlos y que incluso perdemos. Y si salimos derrotados es porque hay algo que no hacemos bien. Habrá que pulir esos detalles y en los encuentros que disputemos en casa sumar de tres en tres puntos.

En Vallecas, al menos, las estadísticas indican que el Rayo está haciendo una buena temporada.

Sí, pero hay que mejorarlas. Ha sido buena, aunque debemos apurar todos los puntos, ganar siempre en casa y, sobre todo, mantener el mismo ritmo, la misma intensidad y la manera de jugar, que nos está dando frutos. Y fuera, podemos ganar a cualquiera, pero hay que hacerlo, no sólo parecerlo.

El pasado año concluyó para usted con una titularidad que les costó adquirir.

Me costó por el estado de forma en el que llegué. Estaba sin competir y tenía que habituarme a un nuevo equipo y a una nueva ciudad. Por eso ahora valoro más el jugar.

¿Cómo está de la fiebre que le impidió entrenarse en la primera sesión al regreso de las vacaciones navideñas?

El asunto de la fiebre ya ha desaparecido y la pierna parece que funciona bien y yo tengo ganas de volver a jugar otra vez.