La Junta fue una balsa de aceite para la directiva

Cuando los números dan la razón tanto en el terreno de juego como en los despachos, pocas cosas se pueden objetar. De ahí que la Junta General de Accionistas del Castellón resultara ayer una balsa de aceite para los actuales propietarios. Se aprobó todo por unanimidad y, además, por primera vez en años no hubo ni ruegos ni preguntas. Todo perfecto para la sociedad albinegra o, al menos, para sus dirigentes, que presentaron un balance económico del pasado ejercicio, el 2007-08, de 5.739,43 euros de superávit, para un presupuesto final que fue del 6.145.940,32 euros. Además, se aprobaron unos gastos para esta temporada de 6.958.500 euros, con una previsión de un pequeño beneficio de 4.425 euros. Es decir, que se produce un incremento de 812.560 euros con respecto al anterior ejercicio. Todo bien y, de ahí, que se sacara adelante la Junta sin problemas.

De la misma forma, se confirmaron las renuncias de los consejeros Jesús Martínez, Juan Antonio García, Antonio Alcócer y Lorenzo Casanova, mientras que se dio condición de oficial al ingreso de Manuel Altava, hasta ahora vicepresidente de la Fundación del Castellón, como nuevo integrante de un Consejo de Administración que, con este movimiento, pasará a contar con siete miembros.

Auditores.

Los accionistas también aprobaron renovar el contrato con Cavalmar Auditores SL para que audite la contabilidad del Castellón las tres próximas temporadas. No hubo ruegos ni preguntas.