Lo que no consiguió Frank Rijkaard durante sus últimos años como técnico del Barcelona lo va a lograr Josep Guardiola en apenas unos meses. Faltan pocos días para que el primer equipo azulgrana deje de entrenarse en las instalaciones colindantes al Camp Nou (el popularmente llamado campo de La Masia) y se traslade a la Ciutat Esportiva Joan Gamper, en el término municipal de Sant Joan Despí. Será coincidiendo con el año nuevo cuando Messi y sus compañeros se vean obligados a desplazarse fuera de la ciudad para seguir su preparación.

Se trata de una vieja aspiración de Guardiola, que ha conseguido imponer su criterio a unos jugadores que, con Rijkaard, siempre consiguieron salirse con la suya por cuestión de comodidad. Guardiola, encantado con las instalaciones de la ciudad deportiva, que conocía de su etapa como preparador del filial culé en Tercera, considera que allí puede trabajar mejor que en La Masia o en el propio Miniestadi. Desde la directiva no ha tenido más que facilidades y, aunque con algo de retraso debido a las adecuaciones que ha habido que acelerar, en enero se producirá el cambio -A. Martínez

Pep se inspiró en su etapa como jugador del Roma

Lo que pretende aplicar Guardiola con sus jugadores es algo que vio y vivió en una de su etapas como jugador en la Liga italiana. En especial, cuando fichó por el Roma. En el conjunto de la capital descubrió Trigoria, la monumental ciudad deportiva donde, con sus compañeros, se pasaba prácticamente todo el día.