A los blanquiazules se les acaba las vacaciones

Las vacaciones invernales más cortas de la historia reciente del Tenerife tocan hoy a su fin con la vuelta a la Isla de todos los futbolistas peninsulares y del único extranjero, el argentino Luna. Con todo el equipo de regreso tras un parón plácido por los últimos resultados, El Mundialito será mañana el escenario del primer entrenamiento con las vistas puestas en el primer compromiso de 2009. Será ante el Sevilla Atlético y mucho antes de empezar a prepararlo ya advierten los futbolistas de Oltra de que no será fácil ganar. "Sería un grave error confiarnos", apunta Cristo Marrero, mientras Ricardo León asegura que "quien piense que va a ser un paseo, se equivoca". "Ellos cuentan con una plantilla de gente con mucha calidad", dice el de La Longuera.

También desde fuera del Archipiélago llegan los mensajes de cautela. Marc Bertrán, por ejemplo, afirma que el Tenerife tendrá que hacer valer "los argumentos de los últimos partidos" pero sin pecar en absoluto de prepotencia.

El cuerpo técnico ha sido condescendiente y no ha impuesto a los profesionales ningún plan especialmente exigente para no perder la forma. Eso sí, "se les ha dado a los futbolistas unas orientaciones generales para reemprender el trabajo en condiciones". Lo explica Chema Sanz, el preparador físico y el encargado de calibrar mañana si llegan a punto los blanquiazules para reanudar el camino al ascenso.

Iriome aprovechó el parón para recuperarse

Las vacaciones han sido una buena noticia sobre todo para Iriome, junto a Saizar el único lesionado de media o larga duración en las filas blanquiazules. Después de tener que retirarse del partido ante el Zaragoza a consecuencia de un lance que le obligará a permanecer en el dique seco por meses, el de Icod ha aprovechado "no sólo para cargar las pilas" sino también para proseguir su particular plan de rehabilitación. Su regreso está más próximo, aunque la competencia que tiene para ser titular le obligue a exigirse "el doble". Para Saizar, mientras tanto, no son tan halagüeñas las previsiones. Todo apunta a que tendrá que esperar a marzo o abril, por lo menos, para poder trabajar junto a sus compañeros.