Vladan Lukic (Sopot, 16 de febrero de 1970) jugó durante una temporada en el Atlético, en la 1992-93. Pero su época cumbre como futbolista no tuvo lugar en la capital española. No fue su única experiencia española, también estuvo en el Marbella en la 1994-95. Ahora, en L'Equipe Magazine le dedican un reportaje. En el Atlético tan sólo marcó dos goles en nueve partidos con la rojiblanca. Algo que no le reportó mucho dinero ya que cobraba por gol anotado. Se crió en la cantera del Estrella Roja donde llegó a jugar con las estrellas que lograron la Copa de Europa del año 1991 como Prosinecki, Mihajlovic, Stojkovic o Darko Pancev.

Su época más bella en los terrenos de juego fue en el Metz, donde jugó 53 partidos y ganó dos campeonatos. Sin embargo, el 30 de marzo de 1999 dejó repentinamente el Metz para alistarse en el ejército serbio como voluntario. Combatió en Kosovo convirtiéndose en testigo de "un horror que sólo la guerra puede ser capaz de engendrar".

Tuvo una última tentativa para agarrarse al mundo del fútbol, en el Paniliakos de Grecia en la 99-00. Pero solamente disputó 14 partidos. Así pues, dio un giro a su vida y abrió junto a su madre y su hermana un restaurante en Sopot, situada a 80 kilómetros al sur de Belgrado, y se ha convertido en presidente del equipo local. El local se ha convertido en su santuario futbolístico particular. Sobre sus paredes se pueden encontrar cualquier tipo de recuerdo que tenga que ver con el balompié. Y cómo no, no pueden faltar los rojiblancos. En los muros exteriores del restaurante se puede ver un futbolista con la camiseta del Atlético o un escudo del equipo de la ribera del Manzanares.