"Jesús Samper me ha decepcionado, debió aguantar hasta junio"

Pasan dos semanas justas desde el comienzo de la desbandada, el momento en el que Jesús Samper anunció que abandonaba el sillón presidencial. Después, sólo siete días más tarde, llegaría la marcha del resto de la familia Samper y la 'coronación' de Juan Guillamón... Al tiempo, el Ayuntamiento de Murcia, el gran valedor del grupo Santa Mónica, en la última década, quedaba en un segundo plano. Llegado el parón navideño y conocido el cambio radical (de técnico y de filosofía empresarial), Miguel Cascales, el concejal de Deportes de la Capital del Segura repasó con la SER y AS todo lo ocurrido y sobre todo visualizó tiempos duros para el primer club de la Región. "Sensaciones de asombro y estupor. Ninguno esperábamos esta situación. No en el tiempo, porque nadie es perpetuo y menos en las Sociedades Anónimas Deportivas, pero sí sorprendió la rapidez de cómo se produjeron los acontecimientos y la salida de Jesús Samper que nadie sabía. También esto se produce con una disensión entre las dos corrientes existentes en el Consejo, pero eso ni mucho menos quiere decir que Jesús haya vendido sus acciones o deje de aportar el capital necesario para que el Real Murcia subsista" resumía Cascales.

Pero el edil, al igual que el resto de murcianistas, es consciente de que con el cambio de guardia, las máximas decisiones dejará de tomarlas el hombre en el que se apoyaron los políticos durante la última década y tendrán que 'convivir con los recortes del cuñado Juan Manuel Trujillo: "Entró con Samper en el Real Murcia, no es un recién llegado. Ya pasó algo similar con Romeu... Pero Trujillo entiende el fútbol de forma muy distinta respecto a Jesús y lógicamente habrá cambios internos en el club. Cambios que nos preocupan pero sólo hasta cierto punto. A nosotros nos interesa sólo la estabilidad emocional y deportiva para salir cuanto antes de la zona de descenso. Lo realmente grave para el futuro de la entidad sería bajar a Segunda B. A Trujillo le gusta mucho mirar el euro y va a intentar transmitírselo a todos los trabajadores, incluso a un Guillamón cuyo nombramiento como presidente me parece un acierto".

Salida poco grata.

El Real Murcia no es el mismo. Del discurso habitual de Jesús Samper, en el que se hablaba de un club que pelearía cada temporada por ascender a Segunda, habrá que conformarse con una entidad que aguante dentro del fútbol profesional. Aún así, Cascales no arroja la toalla y se niega a renunciar al sueño del ascenso aunque advierte que antes habrá que luchar muchísimo: "Seamos realistas. Hay que salir del pozo y cuando se encadenen varias victorias importantes, que llegarán, ya podremos empezar a mirar. Siempre pongo los ejemplos del Ciudad y del Lorca cuando estuvieron a punto de subir gracias a un gran final de campaña... En Segunda hay muchísima igualdad, no hay campos inexpugnables. Cuando estemos fuera del descenso, y con tranquilidad, miraremos el futuro con más optimismo".

Un futuro en el que no estará Jesús Samper, algo que ha dolido, en lo personal, a un Miguel Cascales que siempre apostó por él. Es más, el concejal esperaba que, pese a los malentendidos entre los cuñados, el ex presidente resistiese: "A Miguel Cascales sí que le ha decepcionado. Le tengo mucho respeto y amistad tras muchos años de colaboración. Todo este trabajo nos ha unido incluso personalmente, pero nunca esperé que saliese así del Murcia. Su trayectoria, con aciertos y desaciertos que también ha tenido, se recordará con una marcha por la puerta de atrás, y tampoco lo merece. Pero se lo ha buscado él solo. Me dijo que su situación personal es muy difícil, con clanes familiares y cuestiones personales que le hacen tomar esa decisión en caliente. A mí me hubiera gustado que, como mínimo, hubiese aguantado hasta final de temporada". Dolido, aunque el concejal no cambiaría nada de lo que ha hecho en las últimas temporadas de la mano de Samper. "No me arrepiento porque ahí está un Real Murcia que en 1995 debía 2.000 millones de pesetas y estaba en Tercera División...".

Problemas económicos.

La deuda sale a colación y las dudas sobre el futuro de la entidad, para un sector del murcianismo, no son del todo esperanzadoras. Cascales, sin embargo, tira de hemeroteca y recuerda que ya se superaron baches mucho más profundos: "Aquellos 2.000 millones mostraban un futuro más desangelado que los 5.000 (30 millones de euros) de ahora. Los activos de un club con un campo como Nueva Condomina y 17.000 socios son mucho mayores que entonces. Incluso la sociedad murciana quiere ahora al Real Murcia y en aquella ocasión se le dio la espalda".

Esta temporada no debe haber problema, pero ¿y la siguiente? ¿Existen dudas desde La Glorieta? Los más derrotistas, los que esperan una desbandada masiva, temen por que Nueva Condomina se convierta en un solar vacío de poder. "No temamos. El Real Murcia continuará. Una cosa es eso y otra bien distinta que pensemos que no es bueno que Samper salga. Ha sido un gran presidente: ha logrado dos ascensos; ha levantado, con la colaboración del Ayuntamiento, un magnífico estadio; ha traído la Selección Española... Pero ha tenido una salida que no merecían ni él mismo ni los murcianos".

Papel del Consistorio.

El Ayuntamiento se ha mantenido al margen estas dos semanas. No ha habido comunicados, tampoco declaraciones por parte del alcalde Cámara o el propio Cascales, pero el concejal defiende su teoría de que desde el Consistorio se ha hecho lo correcto: "Son Sociedades Anónimas Deportivas. Vale que hay subvenciones pero son ellos los que se juegan su capital privado. Debe haber lo que hay ahora, un control. Yo le doy un dinero público y luego me explican con papeles que ese dinero se invierte bien. También debe mantenerse, porque ya existía, una comunicación y un dialogo. El único momento en el que Samper no nos ha dicho la verdad fue la noche del Centenario cuando parece que ya tenía tomada su decisión y ni al alcalde ni a mí nos dijo nada. En los ocho años anteriores sí que nos dijimos las cosas a la cara".

Ley Concursal, venta...

Cascales se mantiene firme pese al aviso de Trujillo de estudiar la posibilidad de acudir a la Ley Concursal: "Sé en qué mundo vivo. Mal concejal sería si no supiera en que tiempos estamos. De un día a otro quiebran bancos, cae la bolsa, hay regulaciones de empleo... por tanto cualquier día una empresa deportiva puede decir: ¡Hasta aquí hemos llegado! Pero ésta no es la situación del Murcia, que sigue teniendo un futuro importante pese a los tiempos de crisis que corren. Si no ajustas los gastos te puedes ir al pozo y eso es lo que quiere evitar Trujillo con esta medida. Samper era un presidente más deportivo, como hombre de fútbol en el que los conceptos futbolísticos están por encima del dinero y Trujillo es más economicista y que ve el club como una empresa pura y dura". La otra posibilidad, la venta, también existe. El concejal prefiere no hablar demasiado de ello y resta importancia a las palabras de Trujillo del pasado miércoles: "El Murcia no está en venta. No interpreto así las palabras de Trujillo ni tampoco Desarrollos Nueva Condomina, los propietarios, me han hablado de un precio. De hecho el Consejo admitió con total normalidad una deuda de 7 millones de euros de la pasada campaña... Ni el Real Murcia está en venta, ni en peligro de extinción ni... pero es un club que el día de mañana puede cambiar de dueño. En las SAD hay ofertas y ventas, el mejor ejemplo es el Manchester United, comprado por tres americanos que luego se pelean entre ellos". Cascales defiende su teoría y para ello tira de más ejemplos, estos más cercanos, del fútbol nacional: "Normal que busquen, como lo hacen todos. El Depor lleva así cinco años, el Villarreal está en venta desde hace seis años... No lo va a regalar, pero como nadie lo compre él lo mantiene. El Murcia, como cualquier SAD, está en venta pero no tiene colgado el cartel de 'Se Vende'. Pero si mañana llega alguien dispuesto a pagar lo que se pida, sea el Villarreal o el Murcia, se lo quitan de encima. Todo, por desgracia, en el fútbol ya se trata de hacer negocio".

Mensaje de calma.

La conversación termina y Cascales recuerda que los políticos estarán ahí, que cumplirán y que no permitirán que el Real Murcia se vaya a pique. También están preparados por si llega un comprador: "Si el Ayuntamiento siempre está encima de todo. Esta ha sido la primera vez en la que no hemos estado informados de algo. Difícilmente se cuece algo en el deporte murciano sin que tenga conocimiento el Ayuntamiento. Todo el que llega a un sitio habla primero con las instituciones. En ningún caso habrá una venta sin que desde el Consistorio estemos informados". Lo dicho, Cascales está tranquilo, ¿qué ocurrirá? La palabra la tiene Trujillo pero el Ayuntamiento promete velar por los intereses de un club que es algo más: "Pero tranquilicemos a todos los lectores. Si desde 1995 el Ayuntamiento ha estado pendiente del Real Murcia, ahora no lo va a dejar. El club es un gran activo para nuestra ciudad y nos dejaremos la piel, como en otras ocasiones, para que siga representándonos en el fútbol profesional".