Fútbol - Mundial de Clubes | LDQU 0 - Manchester United 1
Rooney corona rey del mundo al Manchester
Un solitario gol de Rooney dio el triunfo al Manchester United ante una Liga Deportiva Universitaria de Quito que murió en el área inglesa tras la expulsión de Vidic, que cumplirá la sanción en la Champions. El United ganó y la LDUQ salió con la cabeza alta.
La Universidad del fútbol es la calle. De allí llegaron los más grandes: Di Stéfano, Maradona, Pelé... Aprendieron su fútbol en escenarios precarios. Tanto como los baldíos de Madeira, los suburbios de Liverpool o los picaditos de Buenos Aires. De donde ha importado el Manchester United el talento de Cristiano Ronaldo, Rooney o Tévez. Y ellos son los que han coronado rey del mundo al United con su fútbol vertical y filigranero.
Ayer el Manchester aterrizó en Yokohama con su fútbol desbocado y el infernal ritmo que convierte cada partido de la Premier en una película de acción. Enfrente la Liga de Quito con su juego de seda y el ritmo perezoso de los culebrones.
Pelotazos.
Pronto se vio que la receta de Ferguson para desactivar el entramado defensivo ecuatoriano era saltarse la medular a pelotazos a la espalda de su defensa. Rooney, Tévez y Cristiano se rifaban las diagonales y el trabajo se le acumulaba al eterno Cevallos, 37 años. Sin embargo, Pepe Pancho, como se le conoce, resolvía con brillantez la papeleta. En medio del bombardeo inglés surgió una emboscada ecuatoriana en la que Campos, a centímetros de la línea de gol, remataba incomprensiblemente fuera un venenoso centro. Ambos llegaron asfixiados al descanso. Los ingleses por la falta de resuello tras su galopar ofensivo; los suramericanos, por el asedio.
La reanudación cambió el decorado. En el minuto 48 Vidic fue expulsado por agredir a Bieler. Entonces Ferguson hizo un guiño al fútbol callejero. Reordenó su defensa sacrificando a Tévez y les regaló todo el frente de ataque a Rooney y Cristiano. Y en tuya-mía en el 73 llegó el gol. Cristiano, en posición de nueve, recibió un balón en el corazón del área, vio con el retrovisor a su socio Rooney y sirvió el balón a la esquina del área. El inglés, que había probado a Cevallos con latigazos, eligió el interior para atornillar el balón a la cepa del poste largo. El gol llegó cuando en la LDUQ Manso ya había armado el cañón y Bolaños calado la bayoneta. La Liga murió matando, con la cabeza arriba, pero el último Mundial de Clubes en Japón (se va a Dubai) lo decidió un jab de Rooney, el Chico Maravilla de los suburbios de Croxteth que soñaba con ser boxeador y acabó siendo "futbolista de calle".