Murcia ha tenido a nueve jugadores fijos en el once

Notario, Edu Moya, Peña, Rubén, Rosada, Ghilas, Trashorras, Óscar Díaz y Dinei. Éstos han sido los nueve afortunados que han contado con el beneplácito de Pepe Murcia para conformar la columna vertebral del Celta en este inicio de campaña.

Los dos únicos puestos que no han tenido dueño habitual han sido el lateral izquierdo y el mediocentro que acompaña a Rosada. En la posición de carrilero, el técnico cordobés ha utilizado hasta a tres futbolistas: Fabiano, Roberto Lago y Fajardo. El uruguayo siempre ha dado la sensación de ser el favorito del entrenador para ese puesto, pero una lesión le apartó del equipo. Su sustituto fue Fabiano, quien tuvo la confianza del míster durante varios partidos, pero acabó desapareciendo de la alineación titular. Por su parte, Roberto Lago apenas tuvo oportunidades para jugar y cuando lo hizo, las lesiones evitaron que se afianzara como titular.

El otro gran quebradero de cabeza de Pepe Murcia fue encontrar a alguien que hiciera compañía a Ariel Rosada en el doble pivote. Renan llegó con la temporada comenzada, pero pronto se hizo con ese lugar. Sin embargo, el preparador celeste parecía no estar muy contento con el rendimiento del brasileño y por eso decidió apostar por Jonathan Vila. El porriñés no le defraudó y se convirtió en titular indiscutible, pero el canterano se lesionó en su mejor momento. Entonces, Murcia decidió darle la oportunidad a Michu. Desde entonces, el ovetense es un fijo.

La entrada de David varió de nuevo el sistema

Otro de los problemas que ha tenido Pepe Murcia en este inicio de campaña ha sido el esquema táctico a emplear en el conjunto celeste. El cordobés empezó la temporada con un 4-4-2, utilizando a Trashorras en el mediocentro y a Ghilas formando dupla de ataque con David. Sin embargo, los malos resultados hicieron cambiar el esquema y Murcia empezó a probar diversas opciones. Finalmente, apostó por el 4-5-1 y las victorias empezaron a llegar, aunque el juego de los vigueses seguía sin convencer. Entonces, el preparador celeste se decidió por el 4-2-3-1. Con este sistema el Celta consiguió una racha de once partidos sin perder y las sensaciones mejoraron considerablemente, pero ante el Zaragoza Murcia volvió a cambiar al 4-4-2, dando entrada a David en el once en lugar de Trashorras.