NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga BBVA | Sporting - Almería

Negredo en 'casa Quini'

Arconada se la juega en un viejo templo: El Molinón.

Actualizado a
Negredo

Da gusto ver a la afición del Sporting animando en El Molinón. Da igual que vaya ganando o que esté recibiendo una goleada. Nunca falla. Porque Gijón es una ciudad de tradición futbolística, con la envidiable cantera de Mareo, con una memoria histórica en la que viven del Brujo Quini a Villa pasando por Luis Enrique o Juanele. Y tiene hambre. Porque han sido muchos años en Segunda, muchas penurias económicas, la odiosa Ley Concursal... Una pasión de color rojo y blanco, lo único que comparte con su rival. El Almería, nuevo rico, sueño de Alfonso García, que ficha y no vende. Pero que no arranca. O no lo aparenta. El Almería, que debería ser una balsa de aceite, es una bomba. Porque Arconada sigue en entredicho y tiene que ganar si se quiere comer el turrón. Al contrario que en Gijón, en Almería, la gente no está con el equipo. No creen, no confían, no les satisface. Y el vestuario no sabe si viene o si va. Así llegan unos y otros al último choque de 2008.

Preciado quiere dar a su gente la última gran alegría de un año inolvidable. Pero no vende motos. Sabe que el Almería es un conjunto con argumentos sobre el césped. Sobre todo, Negredo, El Animal. Es la gran esperanza de Arconada para vencer en El Molinón y tomar un impulso que le lleve a 2009 sin tener que estrenar la cartilla del paro. Tiene que convencer a Diego Alves de que puede ser imbatible de nuevo, como lo fue con Emery. Lo que pasa es que el Sporting tiene a otra bestia, Mate Bilic, asesino nato. Detrás de él, la orquesta de Preciado, un director-amigo que, batuta en mano, ha formado un bloque que siempre intenta hacer música. Aunque desafine a veces.